La Federación Comunista Juvenil de La Marne (MJCF 51) formalizaba el pasado domingo su ruptura con el Mouvement des Jeunes Communistes de France (MJCF), en lo que se suma como la quinta fractura importante en los últimos meses dentro de este movimiento de juventud ligado al autoproclamado Partido Comunista Francés (PCF). Según detalla MJCF 51 en un comunicado difundido en redes sociales, después de otoño de 2023, la organización atravesó un proceso de “progresivo debilitamiento y exclusión”, marcado por conflictos internos que califican de “extrema gravedad”.
Estos enfrentamientos no solo dividieron a los militantes entre ellos, sino que también los enfrentaron con la dirección del PCF en el departamento 51. Frente a esta situación, la base militante intentó reconstruir una federación comprometida con la lucha de clases, que defendiera “una línea comunista, anticapitalista, feminista y antirracista”, tal como refleja el comunicado oficial emitido por MJCF 51.
No obstante, tras dieciocho meses de confrontación interna, la federación situada en Bocas del Ródano declara que seguía “imposibilitada para actuar y construir una verdadera alternativa combativa frente a la crisis climática, el auge de la extrema derecha y el racismo”. Identifican como causa raíz una “burocratización kafkaiana y esclerotizada del MJCF”, definida como “independiente del PCF”, aunque realmente subordinada a sus intereses electoralistas, “privilegiando la conservación del aparato político sobre las necesidades de la militancia joven y activa”.
Según detallan los militantes de La Marne, la búsqueda de apoyo en cuadros del PCF y MJCF resultó en “silencio, desdén y medidas represivas”: miembros de MJCF 51 fueron vetados en una reunión del PCF local y, al resistirse a abandonar el inmueble, llamaron a la policía para desalojarlos. Este hecho, calificado como “de una gravedad simbólica inaudita”, no generó respuesta alguna por parte de la dirección.
Ecos a nivel estatal
La situación descrita en La Marne se replica en otras federaciones como las de los departamentos 59, 92, 54 y 42, cuyas declaraciones de ruptura también reportan bloqueos y silencios que impedían movimientos internos. El MJCF 51 declara su rechazo a la prevalencia de intereses personales y “arribistas” frente a la defensa de las luchas sociales, y critica una dirección estatal centrada en “la gestión” y “desligada de las luchas concretas”, “con una orientación socialdemócrata que frena proyectos efectivamente revolucionarios”.
Con la convicción de que “no se entra al MJCF para acompañar el capitalismo ni mendigar cargos institucionales”, la sección juvenil de La Marne reafirma su “independencia total e inmediata” del MJCF y anuncia su adhesión a la nueva iniciativa Jeunesse Communiste, que agrupa a otras juventudes comunistas encaminadas a retomar una praxis marxista y de combate real contra las opresiones y crisis actuales.
En sus palabras, “este llamado fraterno a la reflexión y reconstrucción es una invitación a todos los jóvenes comunistas en Francia para reagruparse bajo una nueva organización que reivindique un comunismo combativo, solidario y con ambición transformadora”, haciendo frente a “las deficiencias institucionales y apostando por la acción directa y colectiva para enfrentar los desafíos sociales, económicos y políticos contemporáneos”.
