En una reunión en París presidida por el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Keir Starmer, con la participación del presidente ucraniano Volodimir Zelensky, la llamada "coalición de voluntarios para Ucrania" confirmó que hasta 26 países de los 35 integrantes están "dispuestos a enviar tropas o estar presentes en Ucrania una vez que se firme un alto el fuego con Rusia". Esta alianza, principalmente europea, considera que la mejor forma de "garantizar la seguridad y prevenir nuevas agresiones rusas", es instalar sus tropas a lo largo de más de 2.000 kilómetros de frontera directa con Rusia.

El despliegue se realizará en tres niveles: apoyo logístico y armamentístico al ejército ucraniano, tropas de apoyo desplegadas en territorio ucraniano y, en último caso, "la posible intervención de las fuerzas estadounidenses para proteger a Ucrania", cosa que Washington no ha confirmado. La coalición operaría desde "un cuartel general temporal" en París antes de trasladarse a Londres, consolidando así una estructura militar visible y paralela a la OTAN.

El Estado español, por el momento, mantiene sus reservas y aún no confirma su participación en el eventual despliegue de tropas, a la espera de "un plan de paz real", aunque reafirma "su apoyo incondicional" a Kiev. Otros países como Alemania, Italia y Polonia han manifestado posturas algo más cautelosas, especialmente en lo relativo al despliegue de tropas terrestres. Macron subraya que Estados Unidos "concretará en los próximos días su apoyo a estas garantías" y que la presión sobre Rusia incluirá nuevas sanciones en caso de negarse a negociar la paz, medida que no se ha demostrado demasiado efectiva tras las decenas de paquetes de sanciones que ha adoptado Occidente.