La madrugada del 25 de agosto, Harold Medina, un joven colombiano, falleció en la comisaría de los Mossos d’Esquadra en Sant Boi de Llobregat (Barcelona, Catalunya). Su madre, Luz Marina Infante, desplazada desde Colombia a Barcelona, ha relata así los hechos, recogidos por El Salto y La Directa: “Nunca había tenido ningún problema y a las cuatro de la madrugada me llaman y me dicen que mi hijo está muerto. Estaba bajo custodia de los policías, ¿cómo pudo morir?”. La familia exige una investigación completa que esclarezca las circunstancias de su fallecimiento. Fuentes policiales afirman que "el cuerpo fue hallado sin vida en un calabozo" y que el juzgado de guardia "abrió una investigación", que permanece bajo secreto de sumario.

En solidaridad con la familia afectada, organizaciones como Encuentro Pacífico Barcelona, Las Kellys y Sentimiento Cimarrón han convocado una concentración y velatorio para el sábado 6 de septiembre a las seis de la tarde en la Rambla del Raval de Barcelona, bajo el lema La vida se respeta. A través de redes sociales, las entidades difunden los mensajes #LaVidaSeRespeta, #JusticiaParaHarold y #SolidaridadMigrante, destacando la importancia de acompañar a la familia durante la difícil situación.

La familia de Harold también ha iniciado una campaña de recogida de fondos para sufragar los gastos de repatriación del cuerpo, pues sus recursos económicos son limitados. Luz Marina expresa el dolor de una madre que vio partir a su hijo hacia “un sueño europeo” que terminó en un calabozo, y solicita apoyo para poder regresar con él a Colombia, donde desea que permanezca.

Se recuerda que la muerte de Harold Medina ocurre tres años después del fallecimiento de otro ciudadano colombiano, Brian Ríos, en un centro similar de los Mossos d’Esquadra, hecho que aún está siendo investigado y por el cual se ha encausado al médico responsable por imprudencia temeraria.