Huelga general en Grecia el 1 de octubre contra reforma laboral
Los sindicatos convocan una paro nacional para frenar una ley que legaliza jornadas de hasta 13 horas, despidos sin indemnización y multas a piquetes, en defensa de conquistas históricas de la lucha obrera.

Grecia calienta motores para una nueva huelga general el próximo 1 de octubre, convocada por organizaciones sindicales como el Frente Militante de Todos los Trabajadores (PAME), vinculado al Partido Comunista Griego (KKE), en rechazo a una reforma laboral aprobada en 2023 por el Gobierno de Kyriakos Mitsotakis que ha sido calificada como una “ley esclavista” por los sindicatos.
La legislación vigente permite que la jornada laboral se extienda hasta 13 horas diarias y seis días por semana, combinando un empleo principal con otro “voluntario” de hasta cinco horas, además de autorizar despidos sin indemnización durante el primer año de contratación y restringir el derecho a huelga con multas y penas de prisión para quienes bloqueen los accesos al trabajo durante las protestas.
Además, la reforma introduce contratos de “empleados de guardia”, en los que los trabajadores deben estar disponibles con sólo 24 horas de aviso para adaptarse a la producción empresarial, sin garantizar estabilidad ni horarios fijos, medida criticada por sindicalistas que advierten sobre la precarización laboral que induce la norma.
Los sindicatos denuncian que esta legislación refuerza la explotación laboral que prioriza los intereses empresariales a costa de la salud, la seguridad y la dignidad de la clase obrera, en un país sumido en crisis social y económica, con salarios que no recuperan poder adquisitivo y la edad de jubilación ampliada a 74 años.
Junto a PAME, General Confederation of Greek Workers (GSEE), sindicato mayoritario del sector privado, reclama la reducción de la jornada a 37,5 horas semanales y la reinstauración de los convenios colectivos, al tiempo que denuncia que la legislación favorece exclusivamente a la patronal.
Encuestas recientes realizadas por Metron Analysis y citadas por The National Herald muestran un apoyo abrumador del 94% de la clase trabajadora a la reducción de la jornada laboral, y un rechazo de más de la mitad contra la extensión a 13 horas. Asimismo, el 90% de los consultados afirman que la reducción de horas beneficiaría la vida familiar y social de la clase obrera, y más del 80% cree que mejoraría la salud física y mental.
La protesta del 1 de octubre es la tercera huelga general en poco más de tres meses en respuesta a politicas que buscan desmantelar las conquistas obreras básicas y alinearse con las directrices de la Unión Europea. En manifestaciones previas en Atenas y otras ciudades, miles han expresado su rechazo mediante pancartas que recuerdan que la jornada laboral de 8 horas representa una conquista histórica de la clase obrera y que no están dispuestos a convertirse en “esclavos modernos”.
El KKE, por su parte, ha hecho un llamamiento a una "resistencia continua y organizada", criticando asimismo la pasividad de otros partidos de oposición que han limitado su discurso a condenas sin ofrecer propuestas políticas y organizativas concretas.
La huelga general del 1 de octubre será un indicador clave para tomar el pulso a la capacidad del movimiento obrero griego de enfrentar y revertir las políticas laborales regresivas y defender derechos históricos frente a la ofensiva del capital y el Gobierno de Mitsotakis.