Miles protestan en Santiago contra la política antiincendios de la Xunta tras la ola de fuegos en Galiza
Unas 20.000 personas corearon "Lumes, nunca máis" y pidieron la dimisión del presidente Alfonso Rueda, al acusar a la administración de minimizar daños y falta de prevención.

Miles de personas salieron a las calles de Santiago de Compostela el pasado domingo en una manifestación convocada por la plataforma Por un monte galego con futuro, que integraba unas 60 organizaciones entre colectivos ecologistas, organizaciones políticas, sindicales y culturales.
La convocatoria, bajo el lema Lumes, nunca máis, reclamó medidas urgentes para evitar otra ola de incendios como la de este verano, que devastó principalmente la provincia de Ourense, eclipsando amplias zonas forestales y matorrales en Galiza. La protesta inició con una marcha desde la Alameda hasta la Praza da Quintana, donde se leyó un manifiesto pidiendo un "monte vivo y sostenible", criticando que la Xunta ha minimizado tanto el impacto ambiental como la magnitud de los fuegos.
La crítica central se dirigió hacia Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, al que la oposición y manifestantes culparon de "negligencia e incompetencia" en las políticas de prevención y gestión de la crisis incendiaria. Rueda anunció que más del 60% de lo quemado correspondía a matorrales y monte bajo, incluyendo áreas con piedras contabilizadas como superficie afectada, actitud que ha sido considerada una "minimización del desastre" por los convocantes y partidos de izquierdas.
Los manifestantes exigieron no solo responsabilidades políticas sino un "cambio radical" en la gestión forestal, incluyendo la moratoria indefinida para el eucalipto, herramientas de gestión y reactivación de unidades y voluntariado para la defensa del monte, además de inversión en servicios profesionales de prevención y extinción.
Voces del movimiento ecologista y bomberos forestales denunciaron la precariedad en recursos y condiciones laborales, además de la especulación y abandono del mundo rural que agravan el riesgo. La movilización contó con una fuerte presencia de pancartas, cánticos y críticas que mostraban el sentimiento de hartazgo en la sociedad galega después de meses de incendios severos y devastadores.