La semana pasada se anunció la formación de la Coordinadora da Mocidade Socialista, organización del Movimiento Socialista en Galiza. A su vez, la organización arrancará su marcha con la campaña 'Un mundo enteiro por gañar', en la que se presentará la propuesta política de la Coordinadora por 13 localidades del país.

El nacimiento de esta organización es el resultado político del ciclo de encuentros lanzado por Creba Socialista hace poco más de un año. En Creba Socialista confluyeron cientos de jóvenes, provenientes o no de diversas experiencias políticas, decepcionados con un panorama político en el que quedaban desamparados políticamente y que veían algo diferente e interesante en la estrategia defendida por el Movimiento Socialista. Pero para poder concretar la propuesta del Movimiento Socialista en Galiza era necesario detenerse a reflexionar críticamente acerca de los límites con los que chocó toda esa heterogénea amalgama de experiencias previas.

En algunos casos estos jóvenes intervinieron desde organizaciones partidarias en frentes que sólo sirvieron para apuntalar el reformismo socialdemócrata hegemónico y claudicar frente a los cantos de sirena que prometían el cielo por asalto y que no han traído más que derrota tras derrota: el descrédito de la política comunista, la legitimación de toda clase de politicas antiproletarias decoradas como el mal menor, el impulso del carrerismo político de nuevos trepas, la conversión en empresarios de supuestos outsiders a la “casta” y un largo etcétera. En otros casos la experiencia era la de jóvenes sin organización previa que se han cansado de que sus esfuerzos en los movimientos sociales nacidos de la lucha contra las miserias del capitalismo, pero que renunciaban a una estrategia más allá de la inmediatez, fuesen constantemente aprovechados por la socialdemocracia. También han aparecido jóvenes cansados del esquematismo de sectas comunistas confesionales que viven en una burbuja autorreferencial y cuya pureza aparente es proporcional a su  irrelevancia en la lucha política por el socialismo.

Lejos de un mero cambio de nombre, lo que ha nacido de estos encuentros es la agrupación creciente de militantes socialistas en torno a una propuesta política y organizativa concreta. Un punto al que se ha llegado a través de un proceso de estudio de la coyuntura actual, así como de la crítica y la autocrítica de las experiencias políticas previas.

La definición política de un proyecto organizado responde al contenido de su propuesta política, es decir, los principios políticos son el corazón de toda organización y lo que vertebra la adhesión de sus miembros. Con esto nos pretendemos alejar de una cierta falsa definición reservada a que tengamos que adherirnos a una determinada corriente ideológica cerrada en torno a una figura histórica del ciclo revolucionario pasado. También buscamos una adhesión orgánica diferente a una mera enunciación de demandas inmediatas donde se abandonan los principios estratégicos generales.

La propuesta política de CMS se divide a grandes rasgos en tres partes. La primera parte formula un análisis de la coyuntura que atraviesa al capitalismo actual que explicita cuáles son sus principales contradicciones y puntos de posible ruptura. En la segunda, se aborda por una parte lo que consideramos que son los fines revolucionarios que definen nuestra estategia política; la sociedad comunista cuya condición de posibilidad se encuentra en el capitalismo actual, y los medios con los que podremos alcanzar estos mismos; la recomposición política del proletariado mediante un partido comunista de masas para la toma del poder político y la construcción de un estado-comuna transitorio que extinga las relaciones capitalistas. La última parte se dedica a la táctica, es decir a cómo podemos vincular estos principios políticos con el movimiento realmente existente de la lucha de clases.

La organización juvenil socialista que acabamos de anunciar tiene como tareas inmediatas seguir estudiando y aprendiendo de la sociedad que pretende transformar así como la gigantesca experiencia pasada y actual del movimiento obrero y  participar directamente en la lucha de clases con el fin de fusionar la conciencia socialista con el movimiento existente. Somos conscientes de que hemos dado todavía un pequeño paso donde el final del camino aún se ve muy lejano, un camino lleno de nuevos y viejos peligros frente a los que tendremos que estar alerta para no volver a convertirnos en aquello que decíamos haber superado. Tenemos que tener los pies en la tierra porque todavía tenemos un mundo entero por ganar.