Egipto despliega misiles chinos en la península del Sinaí
El sistema HQ-9B puede interceptar aviones, drones y misiles de crucero a hasta 200 km. El ministro de Defensa egipcio advierte a Israel de que cualquier intento de violar las fronteras será respondido.

El ejército egipcio ha desplegado sistemas de defensa aérea chinos HQ-9B en puntos estratégicos del Sinaí, según informó Middle East Monitor el 17 de septiembre. La medida ha generado preocupación en el Estado de Israel sobre una posible escalada militar en la región, en un contexto de crecientes tensiones por el genocidio en Gaza.
El HQ-9B, comparable al sistema ruso S-400, tiene un alcance de hasta 200 kilómetros y puede interceptar aviones de combate, drones y misiles de crucero. Su radar avanzado permite rastrear objetivos a hasta 300 kilómetros incluso bajo condiciones de interferencia electrónica intensa, y puede instalarse en camiones móviles o en emplazamientos fijos para proteger aeropuertos, puertos y bases militares.
El despliegue se produce en un momento en que Egipto refuerza la presencia militar en el norte del Sinaí, con decenas de miles de tropas y miles de vehículos pesados. Según el ministro de Defensa egipcio, Abdel Majeed Saqr, la preparación militar “no es solo una cuestión de moral, sino una auténtica disposición para afrontar cualquier desarrollo sobre el terreno”, advirtiendo que cualquier intento de vulnerar las fronteras "será respondido con las nuevas y mejoradas capacidades".
El fortalecimiento militar egipcio responde a temores de que el genocidio en Gaza pueda trasladarse a territorio egipcio, especialmente ante posibles desplazamientos masivos de palestinos hacia el Sinaí. Expertos regionales señalan que la modernización y ampliación de las fuerzas armadas egipcias podría estar redefiniendo el equilibrio estratégico en la zona y proyectando la postura militar a largo plazo de El Cairo.
La entidad sionista, por su parte, sigue de cerca estos movimientos, expresando "inquietud" por la combinación de sistemas avanzados de defensa y el aumento de la presencia militar en el norte del Sinaí. Observadores internacionales consideran que este despliegue constituye un mensaje claro de disuasión y capacidad de respuesta por parte de Egipto ante cualquier eventual amenaza israelí sobre su territorio.