La Reserva Federal de los Estados Unidos de América recortó este miércoles su tipo de interés oficial en un cuarto de punto porcentual, situando la horquilla en 4%-4,25% por primera vez en el año, tras cinco reuniones de pausa y en respuesta al "enfriamiento inusual" del mercado laboral y una inflación que sigue por encima del objetivo del 2%.

Nueve de los diecinueve miembros del FOMC apoyan dos bajadas más antes de diciembre, aunque la propia Fed advierte que la decisión se tomará “reunión a reunión”, en un contexto de desacuerdo interno y previsiones dispares: el nuevo gobernador Stephen Miran, asesor económico de Trump, reclamó recortes sucesivos aún más agresivos hasta dejar el tipo cerca del 3% antes de 2026.

El banco central estadounidense confiesa que podría enfrentarse a una estanflación, una de las peores situaciones que puede atravesar cualquier economía de mercado: inflación persistente, estancamiento del PIB y desempleo creciente, según reconoce Jerome Powell. El presidente de la Fed matizó que “desde el punto de vista del consumidor, el impacto de los aranceles no ha sido tan fuerte”, aunque atribuyó la "ralentización" en la creación de puestos de trabajo a las políticas comerciales y migratorias de la Casa Blanca. Los datos oficiales revelan que EE.UU. generó casi un millón de empleos menos de lo estimado y, aunque la tasa de paro sigue relativamente baja, el estancamiento es evidente y el crecimiento del crédito permanece varado.

El clima político añade tensión al proceso: la Casa Blanca ha intentado cesar a la gobernadora Lisa Cook y ha promovido cambios en la composición del Comité, lo que pondría en cuestión la independencia del banco central y la orientación futura de la política monetaria. Powell rechazó cualquier comentario sobre el caso Cook y subrayó que “no existe camino sin riesgo” en la gestión de esta transición.

Expertos externos consultados por The Washington Post advierten que este ciclo de recortes puede limitarse si la inflación no remite, mientras grandes sindicatos y organizaciones sociales reclaman priorizar el empleo y estabilidad para las familias obreras sobre interés financiero y político.