En el Estado español se registraron 4.133 "ejecuciones hipotecarias" sobre viviendas en el segundo trimestre (abril-junio) de 2025, según los datos publicados este miércoles 17 por el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra supone nada más y nada menos que un incremento del 20,5% respecto al primer trimestre del año y un 27,8% más en comparación con el mismo periodo de 2024. En la serie histórica iniciada en 2014, solo durante la pandemia se había producido un aumento interanual mayor.

Aún y todo, en términos absolutos, es el nivel más alto jamás registrado en la historia del Estado español, superando el cuarto trimestre de 2022, cuando también se superaron las 4.000 ejecuciones. En el conjunto de la primera mitad de 2025, se contabilizan 7.562 desahucios, lo que representa un 15,5% más que en el mismo periodo del año anterior. 

Los datos del INE muestran que el 70% de los desahucios hipotecarios en el segundo trimestre afectaron a viviendas habituales (2.902), mientras que las segundas residencias  sumaron 1.231 casos. El análisis por antigüedad de la hipoteca revela que casi la mitad de las ejecuciones (45,6%) corresponden a préstamos firmados entre 2005 y 2008, en plena burbuja inmobiliaria, frente al 6,4% vinculado a hipotecas constituidas en el periodo 2020-2024.

Fuentes bancarias citadas por medios especializados insisten en que el repunte "no refleja un deterioro generalizado de la solvencia de los hogares", y recuerdan, dejando en evidencia la ineficacia de la propia medida, que la suspensión de los desahucios para personas vulnerables seguirá vigente hasta 2028, tras su prórroga aprobada en el Congreso de los Diputados en junio de 2024.