El último número de La Brecha, publicación mensual del Gabinete Socioeconómico Confederal de la CGT, aborda la crisis de la vivienda en el Estado español, enfatizando que no se trata de una problemática meramente económica, sino un elemento central en la lucha de clases. Según el análisis, la clase trabajadora enfrenta un severo desajuste entre los salarios estancados y el aumento exponencial de los precios de la vivienda, que ha superado el 100% en los últimos diez años.

El estudio destaca la creciente precarización del acceso a la vivienda, donde el porcentaje de hogares en alquiler ha ascendido notablemente, llegando a ser en ciudades como Madrid y Barcelona del 23,7% y 24,9% respectivamente. Los datos más alarmantes indican que más del 50% de los hogares inquilinos en estas ciudades destinan más del 40% de sus ingresos al pago de la vivienda, situación que ahoga económicamente a las familias obreras y agrava las desigualdades sociales.

Este esfuerzo económico insostenible también ha conducido a que un 55% de los inquilinos en Madrid y un 48,1% en Barcelona caigan en pobreza severa relativa después de cubrir gastos de vivienda y suministros. Por lo tanto, la publicación subraya que esta situación no solo afecta la calidad de vida de las personas trabajadoras, sino que retrasa la emancipación de las nuevas generaciones, con un 66% de los habitantes del Estado español entre 18 y 34 años aún viviendo con sus padres debido a la imposibilidad de acceder a una vivienda.

Finalmente, La Brecha resalta la necesidad urgente de articular movimientos sindicales y sociales que luchen contra el empobrecimiento y por la reducción de los precios de la vivienda, defendiendo el derecho a la vivienda sobre la función especulativa del mercado inmobiliario. Destacan la importancia de la "resistencia colectiva y la desobediencia civil" para hacer frente a un sistema que explota la vivienda como un negocio y perpetúa las desigualdades de clase.