El 12 de septiembre, la OTAN anunció en Bruselas la nueva misión Centinela Oriental, diseñada para reforzar el flanco Este de la Alianza Atlántica ante "amenazas emergentes", tras las supuestas violaciones del espacio aéreo de Polonia o Estonia con drones rusos. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el comandante SACEUR, general Alexus G. Grynkewich, describieron la operación como "de respuesta rápida y adaptable".

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, confirmó que el Estado español contribuirá fielmente al operativo con medios aéreos, incluyendo tres cazas Eurofighter, un avión de transporte y reabastecimiento A400M, y un radar de vigilancia aérea. Respecto al despliegue de tropas, el ejército español ya mantiene en Europa del Este unos 1.600 efectivos desplegados en Letonia, Eslovaquia y Rumanía en misiones de "vigilancia aérea", y "disuasión". Defensa ha asegurado que los medios ofrecidos a Centinela Oriental "no comprometerán los ya desplegados". Las opciones para el nuevo despliegue señalan Polonia o Rumanía como posibles ubicaciones.

En paralelo, el Ejecutivo anunció en abril un refuerzo presupuestario sin precedentes: 10.471 millones de euros adicionales en 2025 para alcanzar, e incluso superar, el 2% del PIB oficial en gasto militar antes de final de año, adelantando en cuatro años el calendario inicialmente previsto para 2029.

Esta aceleración supone una de las mayores expansiones de presupuesto militar de la historia del Estado español, dejando en evidencia la creciente supeditación española a la OTAN, al situarlo como uno de los países que más rápido han incrementado su gasto militar en los últimos años.