El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado desde Nueva York el envío del buque de acción marítima Furor para acompañar a la Global Sumud Flotilla tras los últimos ataques israelíes sufridos por sus embarcaciones en el Mediterráneo. El barco zarpa este jueves desde Cartagena con capacidad de rescate y apoyo logístico, en palabras del Gobierno español. Sin embargo, el anuncio se ha visto empañado hacia las 00:00 GMT +3, cuando la flotilla ha anunciado en redes sociales que varios gobiernos les han comunicado de que las autoridades israelíes han advertido sobre un "ataque inminente", lo que multiplica las dudas preexistantes sobre la efectividad del anuncio.

La medida anunciada por Sánchez sitúa a Madrid en la misma línea que Roma, cuyo ministro de Defensa, Guido Crosetto, después de una huelga general que paralizó el país, tuvo que autorizar el despliegue de la fragata Fasan en la madrugada del miércoles, en el marco de la operación Mare Sicuro.

Sin embargo, el buque español Furor y la Fasan italiana, incluso si llegaran antes de un gran ataque israelí, no se pondrán como escolta justo al lado de la Global Sumud Flotilla, ni mucho menos. Su misión será "actuar a distancia prudente", sin acercarse demasiado, para "evitar un enfrentamiento directo ni provocar tensiones diplomáticas mayores". Es decir, no se trata de una escolta cercana o de protección física constante, sino de un "acompañamiento" poco disuasorio que permitiría, en sus palabras, "rápida intervención humanitaria o diplomática" si la flotilla sufriera agresiones de alta intensidad mientras avanza hacia Gaza.

Observadores críticos del movimiento propalestino señalan que cabe la posibilidad de que Roma y Madrid estén posibiltando que los israelíes inutilicen los barcos, y que la tripulación de la flotilla sea recogida y devuelta sin necesidad secuestro ni burocracia diplomática para los sionistas, o al menos advertir a los israelíes de que realicen el secuestro sin muertos. Sin embargo, la beligerancia israelí y los recientes mensajes generan dudas sobre la seguridad de los tripulantes internacionales.

La Global Sumud Flotilla, integrada por voluntarios de 45 países, denunció esta semana un tercer ataque con drones desde que partiera de Barcelona con destino a Gaza. Los organizadores señalaron que los ataques incluyeron dispositivos explosivos e incendiarios, sustancias químicas y el sabotaje de comunicaciones de emergencia. No tienen dudas de que es el Estado de Israel el autor de estas agresiones. En comunicados difundidos en redes sociales detallan que los drones han sobrevolado las embarcaciones por tercera noche consecutiva, que cada vez son mayores, vueltan a una altura más baja que nunca cada vez con mayor y intensidad.

Debido a las amenazas, la flotilla ha establecido tres niveles de alerta: verde, naranja y roja. En nivel verde, la flotilla se encuentra navegando segura; en alerta naranja, está en peligro y solicitan atención; en alerta roja piden movilización social inmediata. Además, tripulantes han solicitado escolta marítima y observadores diplomáticos para protección y garantizar el derecho a navegar con seguridad, pero los buques de escolta como el Furor y la fragata italiana mantendrán una posición de "apoyo defensivo en las inmediaciones", vigilando desde lejos y estando "preparados para intervenir en caso de emergencia o ataque".