Un niño de 11 años residente en Cartaya (Huelva, Andalucía) ha denunciado haber sido víctima de acoso y agresiones racistas durante un campamento urbano celebrado a principios de septiembre en el pabellón municipal Juan Polo. Según relató en la denuncia presentada en los juzgados de Huelva y a la que tuvo acceso el diario Huelva24, el menor sufrió burlas e insultos por parte de compañeros de entre 12 y 15 años, que le increpaban por sus rasgos asiáticos, creándose una atmósfera hostil y humillante que se mantuvo pese a la intervención de una monitora.

El episodio más grave ocurrió cuando un grupo mayor introdujo a la fuerza al menor en un aseo, donde fue rodeado, empujado y agredido físicamente, bajándole los pantalones mientras le grababan con sus teléfonos móviles. El menor recibió una patada que lo tiró al suelo y fue rescatado por dos monitoras alertadas por un compañero. A la salida, fue perseguido y provocado hasta llegar a su domicilio, visiblemente alterado y en estado de shock, incapaz de relatar completamente lo sucedido a sus padres hasta después de un tiempo.

La familia ha identificado a dos de los presuntos agresores y su abogado ha solicitado al juzgado que se aporte toda la información posible, incluyendo grabaciones de cámaras de seguridad y testimonios, para esclarecer la responsabilidad tanto de los agresores como de la empresa organizadora y la compañía proveedora de monitores. Los implicados están siendo investigados bajo un grave caso de acoso escolar y violencia racista durante un evento con supervisión insuficiente.