Obras Públicas dudó y retrasó meses la firma de la adjudicación de Belate por críticas y reparos
Correos internos muestran presión y discrepancias antes de que el director de Obras Públicas firmara el contrato con Acciona, Osés y Servinabar, tras seis votos particulares y advertencias sobre transparencia.

En noviembre de 2023, Pedro López Vera, director general de Obras Públicas de Nafarroa, tuvo que decidir sobre la adjudicación de la duplicación del túnel de Belate, un contrato controvertido por recibir seis votos particulares y reparos en la fiscalización. Correos electrónicos internos evidencian que López Vera estaba bajo presión y “no le quedaba otra que desistir y volver a licitar”, según un mensaje enviado por el director general de intervención, Juan José Pérez Capapay, que reflejaba la preocupación por la demora en firmar.
Mientras tanto, Óscar Chivite, consejero de Cohesión Territorial, intentó restar importancia a las discrepancias, indicando que “los votos particulares son frecuentes” en procesos técnicos para favorecer el consenso. A pesar de esto, la adjudicación se retrasó más de dos meses desde que la mesa de contratación dio su propuesta el 23 de octubre, evidenciando que la polémica generó un bloqueo administrativo.
López Vera convocó una reunión informal con siete miembros de la mesa para solucionar diferencias, recibiendo consejos claros para actuar "con cautela". El secretario de la mesa, Lorenzo Serena, advirtió que "ya no había vuelta atrás" ni cabía incumplir la Ley Foral de Transparencia y Buen Gobierno, criticando la mala práctica de consultar con licitadores mientras la contratación estaba en curso. La mesa había finalizado su labor tras firmar la propuesta en octubre y dejó la última palabra a Obras Públicas.
Finalmente, a finales de diciembre, se firmó la resolución de adjudicación, aunque para asegurarla se elaboraron informes y se pidieron certificados sobre la solvencia técnica de las empresas implicadas, Acciona, Osés y Servinabar. Estos documentos no se incorporaron oficialmente al expediente. La adjudicación fue publicada en enero de 2024, pero la sombra de irregularidades persiste y forma parte de la investigación parlamentaria abierta meses después.
Conexión Cerdán
Servinabar 2000 SL, propiedad de Antxon Alonso y donde Santos Cerdán tenía un contrato privado de participación, formó parte de la UTE hasta junio de 2025, cuando Acciona y Osés solicitaron la salida de Servinabar para continuar la obra sin la empresa ligada al exsecretario del PSOE, actualmente en prisión por corrupción. Durante el primer año de obras la UTE cobró más de 12 millones, con un 37% correspondiente a sobrecostes por imprevistos, un dato que empaña la transparencia en la gestión pública de esta obra.
El caso, por tanto, se vincula directamente con el escándalo político que afrontó Santos Cerdán y que ha puesto bajo lupa la gestión del PSOE en Nafarroa, afectando también a la presidenta María Chivite. Las conexiones con el PNV a través de socios y abogados, así como la opacidad en las adjudicaciones, han marcado un escenario de fuerte controversia y exigencia de responsabilidades políticas y judiciales, mientras la construcción se mantiene en curso bajo renovadas condiciones contractuales.