Pescadores del 'Beti Aingeru' se plantan ante los malos tratos
Marineros senegaleses denuncian malos tratos tras meses de trabajo y confrontan la versión del armador, que les ha denunciado por "delito de motín".

La tripulación del buque vasco Beti Aingeru con base en Pasaia (Gipuzkoa), integrada por once miembros senegaleses, niega haber protagonizado un motín o amenazas contra el patrón, tras un incidente ocurrido a unas 12 millas al norte de Ribadesella (Asturies) el pasado sábado al mediodía. Los marineros senegaleses explicaron que después de meses trabajando sin descanso y soportando amenazas, decidieron plantarse, especialmente tras un episodio en que el armador Joaquín les tiró basura. El armador, que denunció haber recibido "agresiones" presentó denuncias ante la Guardia Civil, según recoge Orain Noticias.
Una patrullera de la Guardia Civil se dirigió al encuentro del pesquero tras recibir una llamada de alerta el sábado a mediodía. Al establecer contacto visual con el barco y comunicarse con el capitán, la situación se normalizó sin necesidad de intervención en alta mar. Sin embargo, los pescadores serán investigados por "delito de motín", que conlleva sanciones severas, incluyendo la deportación en algunos casos. Los tripulantes acudieron a la cofradía de pescadores de Pasaia en busca de apoyo y han establecido consultas sindicales.
El suceso ha generado discrepancias entre los actores implicados, con acusaciones cruzadas que muestran la crudeza y las tensiones de la lucha de clases en la mar, planteando interrogantes sobre las condiciones laborales a bordo y el trato del patrón hacia la tripulación, principalmente proveniente del Sahel. Los trabajadores reclaman respeto y reiteran su denuncia de malos tratos y condiciones laborales precarias.