Novena jornada de protestas en Marruecos
El movimiento 'GenZ 212' denuncia corrupción, desigualdad y el colapso de los servicios públicos, exigiendo la destitución del primer ministro Akhannouch.

Miles de jóvenes han vuelto a tomar las calles de Marruecos por novena noche consecutiva para exigir la renuncia del primer ministro Aziz Akhannouch y denunciar la corrupción estructural, el deterioro de la sanidad y la educación públicas y la creciente desigualdad social, según informan agencias árabes y europeas. Las protestas, coordinadas por el colectivo juvenil GenZ 212 a través de plataformas digitales, han sacudido desde el pasado 27 de septiembre ciudades como Casablanca, Tetuán y Rabat, donde los manifestantes han coreado “El gobierno es corrupto” y “El pueblo quiere salud y educación”.
El detonante fue la muerte de ocho mujeres embarazadas en un hospital público de Agadir tras ser sometidas a cesáreas, un hecho que evidenció las graves fallas del sistema sanitario. A ello se sumó la indignación por el gasto estatal en megaproyectos como la Copa del Mundo 2030, que Rabat coorganizará con Madrid y Lisboa, mientras amplios sectores de la clase obrera marroquí carece de servicios básicos. “No queremos el Mundial, queremos hospitales”, gritaban cientos de manifestantes en la capital, en una consigna ampliamente difundida por las redes.
El colectivo GenZ 212, que agrupa a más de 180.000 miembros en Discord sin un liderazgo formal, ha reclamado la destitución del Ejecutivo por su “incapacidad para proteger los derechos constitucionales de los marroquíes” y la liberación inmediata de todos los presos políticos arrestados en manifestaciones. El Gobierno ha reconocido "la muerte" de tres personas durante los disturbios del miércoles en la localidad de Lqliaa, que las autoridades atribuyeron a un supuesto acto de “legítima defensa” de la gendarmería, hechos que no han podido ser corroborados de forma independiente.
Por su parte, Akhannouch ha "lamentado" las víctimas y promete “responder a las reivindicaciones sociales”, abriendo “un diálogo con los jóvenes”. Sin embargo, GenZ 212 insiste en que no detendrá las movilizaciones hasta lograr reformas estructurales y el fin de la corrupción sistémica. Las marchas, que por ahora se mantienen bajo la consigna de "la no violencia" y sin cuestionar directamente a Mohamed VI, se han visto a menudo desbordadas por rabia juvenil, enfrentamientos con las fuerzas represivas e incluso quema de imágenes del monarca, en una de las mayores expresiones de agudización del conflicto social en Marruecos en la última década.
El pueblo marroquí con Palestina
La política exterior también agranda la brecha entre la élite dirigente del país y las amplias masas marroquíes. Como se ha podido observar este fin de semana, las protestas juveniles han coincidido con movilizaciones propalestinas, donde decenas de miles de manifestantes han portado símbolos nacionales palestinos, pañuelos kufiya, imágenes de la resistencia palestina y proclamas contra el Estado de Israel, mientras el régimen de Mohamed VI estrecha relaciones económicas, diplomáticas y militares con la entidad sionista.