Reabren investigación contra el exobispo de Astorga por acoso a sacerdote víctima de abusos
El sacerdote denuncia décadas de represalias desde que rompió "la ley del silencio" sobre abusos sexuales en el Seminario leonés; la Diócesis de Córdoba limita su respuesta a un archivo canónico.
El actual obispo de Córdoba, Jesús Fernández, quien dirigió la diócesis de Astorga hasta marzo de 2025, es investigado por presunto acoso laboral y trato degradante a un sacerdote que fue víctima de abusos sexuales en el Seminario de Astorga en los años 90, según informan elDiario.es y El País. La Audiencia de León ordenó reabrir la causa después de un primer archivo del juzgado, y la investigación judicial continúa ahora en el Juzgado de Primera Instancia 1 de Astorga.
El denunciante, identificado con el nombre ficticio de Juan Bautista, asegura que tras denunciar abusos sexuales que sufrió durante tres décadas, sufrió marginación, destinos de castigo, sueldos precarios y condiciones de vida insalubres bajo distintos obispos, incluidos Antonio Briva Mirabent, Camilo Lorenzo, Juan Antonio Menéndez y finalmente Jesús Fernández, el único de los cuatro que sigue con vida. El núcleo de la denuncia se centra en la convivencia forzada con un depravado que, según relata el sacerdote, consumía pornografía de forma compulsiva y contrataba y denigraba a prostitutas, agravando sus secuelas de estrés postraumático.
Fernández, ya en Córdoba, niega haber tenido conocimiento del proceso judicial y recuerda que la denuncia canónica presentada ante el Vaticano fue archivada en diciembre de 2024. Mientras tanto, la Diócesis de Córdoba señaló que la investigación canónica “ya fue archivada en el Dicasterio para la Doctrina de la Fe” y que “el propósito de la Iglesia es acoger, escuchar y acompañar a cualquier persona”.
El caso está vinculado al historial de encubrimiento de abusos en el Seminario de Astorga. En 1993, un exalumno acusado de abusos fue impedido de ordenarse sacerdote, pero luego trabajó como profesor de Religión en Ourense y fue condenado en 2014 por agredir sexualmente a ocho menores, evitando la prisión mediante un acuerdo judicial. El denunciante vincula estas irregularidades con la cadena de represalias que ha sufrido, y su testimonio se suma a otros casos recientes de clérigos que denuncian abusos y encubrimientos en la Iglesia Católica española.
