El presidente Emmanuel Macron ha dado un plazo de 48 horas a su ya ex primer ministro, Sébastien Lecornu, para intentar recomponer una mayoría parlamentaria que permita "estabilizar la V República" tras meses de bloqueo. Según informó este lunes el Elíseo, Lecornu deberá “definir una plataforma de acción y estabilidad para el país” antes del miércoles por la noche, momento en el que Macron “tomará las decisiones que se impongan”, sin descartar una nueva disolución de la Asamblea Nacional francesa.

Lecornu presentó su dimisión este lunes, apenas 27 días después de haber sido nombrado, y menos de 24 horas después de anunciar la composición de su Gobierno. El exministro de Defensa comenzará este martes una nueva ronda de contactos con los partidos del llamado “socle commun” —la frágil coalición entre el bloque presidencial y Los Republicanos—, cuyos desacuerdos provocaron la ruptura del Ejecutivo. Según adelanta Le Monde, también participarán en estas conversaciones los presidentes de la Asamblea Nacional y del Senado.

El entorno del presidente ha insistido en que esta misión "no implica la continuidad de Lecornu al frente del Gobierno", y el propio dirigente ha descartado ser nombrado nuevamente primer ministro. En caso de fracaso, el Palacio del Elíseo mantiene abierta la posibilidad de convocar nuevas elecciones legislativas, aunque el propio Macron se enfrenta a crecientes presiones desde todos los frentes. La oposición de extrema derecha, con Marine Le Pen y Jordan Bardella a la cabeza de Rassemblement National, exige una “vuelta a las urnas”, mientras que La France Insoumise ha registrado una moción de destitución firmada por 104 diputados.

El PS y ecologistas reclaman que cualquier nuevo Ejecutivo surja de "un acuerdo con fuerzas progresistas". Boris Vallaud, líder parlamentario del PS declaraba en BMF-TV que el partido está dispuesto a participar en "un gobierno de responsabilidad". La líder de los Verdes, Marine Tondelier, ironizó sobre un “mundo político que se desmorona y se aferra como una lapa a su roca”. Con una mayoría fragmentada en tres partes que se bloquean mutuamente y un país sumido en una incertidumbre institucional que bloquea las reformas económicas y fiscales que solicita Bruselas para tratar de resolver el desajuste financiero, Macron afronta una de las mayores crisis políticas de su mandato.