El Estado de Israel y el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas han alcanzado un acuerdo para el intercambio de prisioneros que representa el primer paso hacia un alto el fuego en Gaza, según anunció el presidente estadounidense Donald Trump. El acuerdo, que está pendiente de firma en Egipto, establece que Hamas liberará en las próximas 72 horas a unos 20 prisioneros israelíes vivos, mientras que el Gobierno israelí ordenará una retirada de sus tropas hasta una línea acordada, marcando así el inicio de una tregua llena de interrogantes.

Hamas ya ha entregado la lista con los nombres de prisioneros israelíes y palestinos incluidos en el acuerdo, con la expectativa de que la liberación se lleve a cabo de forma escalonada y bajo supervisión internacional. Netanyahu afirma que Israel "traerá a todos los rehenes de vuelta a casa", mientras Hamas exige garantías internacionales de que la campaña militar genocida israelí se detenga completamente.

Las negociaciones, que han tenido lugar en Sharm el-Sheikh, Egipto, han contado con la "mediación" de diversos países, incluyendo Estados Unidos, Qatar, Turquía y Egipto, con la significativa influencia política del presidente norteamericano Donald Trump y su yerno Jared Kushner. A pesar de avances, persisten controvertidas cuestiones con las que los sionistas no cederán tan fácilmente, como la liberación de presos políticos con largas condenas y la devolución de cuerpos de líderes de la resistencia palestina.

Este acuerdo llega en el contexto de genocidio intensificado que suma cerca de 67.200 víctimas palestinas confirmadas y un número indefinido de no confirmadas, presumiblemente decenas o cientos de miles más, según diferentes estimaciones de expertos. Las partes anticipan que la implementación del plan podría representar un punto de inflexión hacia un alto el fuego indefinido, aunque la incertidumbre sigue latente.

Trump podría viajar a Oriente Medio

El presidente Trump ya ha expresado su posible viaje a Oriente Próximo para supervisar la firma y la aplicación del acuerdo, mostrando optimismo respecto a que “todas las partes recibirán un trato justo” y destacando la labor de los mediadores en esta histórica negociación. Sin embargo, el gobierno israelí ha matizado que mantendrá presencia militar en gran parte de Gaza, lo que podría indicar tensiones internas sobre el alcance del acuerdo y suponer una fuente de tensión que desestabilice los acuerdos.

El mundo observa con atención los sucesos, con millones de personas deseando la entrada inmediata de ayuda humanitaria y el fin del genocidio en Gaza. La culminación y aplicación efectiva del plan será determinante para el futuro de la región tras dos años de masacre a gran escala.