Estudiantes chinos optan cada vez más por países asiáticos y Rusia, mientras EE.UU. pierde peso
UNESCO y expertos señalan una caída del 20% en matrículas de estudiantes chinos en EE.UU. entre 2018 y 2023.

La movilidad estudiantil en la República Popular China muestra un patron de cambio que va acompañado de tensiones políticas y económicas. Datos de la UNESCO muestran que el número de estudiantes chinos matriculados en Estados Unidos ha disminuido, al tiempo que aumenta la preferencia por países del Sudeste Asiático y Rusia, con 56.000 estudiantes chinos matriculados en universidades rusas durante el curso 2024/2025. Por otro lado, más de 21.000 estudiantes rusos se han matriculado en China, en palabras de Valery Falkov, ministro ruso de Ciencia y Educación Superior.
Este cambio ha sido impulsado por restricciones migratorias impuestas por EE.UU., Australia y Canadá, que restringen visas en campos vinculados a la tecnología y ciencia, temerosos de la "vinculación militar china". En contraste, Reino Unido, que mantiene políticas migratorias generales muy estrictas, sigue atrayendo a estudiantes chinos debido. Las barreras migratorias han acelerado el giro hacia Asia-Pacífico en la elección de destinos para estudios superiores, con Malasia, Hong Kong, Corea del Sur y Tailandia como destinos preferentes entre alumnos chinos.
Las instituciones asiáticas resultan atractivas para los universitarios chinos, no solo en la mejora de su reputación académica, sino también en los costes más asequibles, especialmente en este contexto de "enfriamiento" de la ecoonomía china. Entre 2018 y 2023, Malasia experimentó un aumento del 273% en las matriculas chinas, Hong Kong un 82%, Corea del Sur un 17% y Tailandia un 59%, lo que indica cierta diversificación en las preferencias de destinos, cada vez más alejados de las universidades estadounidenses.

Con todo ello, China sigue siendo el principal emisor de estudiantes internacionales, pero con una distribución geográfica cada vez más diversificada, lo que podría cuestionar el dominio histórico de EE.UU. y sus tradicionales aliados como destinos prioritarios para los estudios superiores. El fenómeno tendrá implicaciones directas en la formación de nuevas remesas de trabajadores con estudios superiores y las relaciones internacionales entre las universidades, que se irán adaptando a esta cambiante realidad académica.