El calentamiento global podría superar los 3 °C antes de 2050
Científicos advierten que el calentamiento podría alcanzar los 5 °C hacia finales de siglo. Sequías, inundaciones e incendios cada vez más extremos amenazan a millones de personas en todo el mundo.

La crisis climática ha entrado en una fase de aceleración que pone en riesgo la estabilidad de los ecosistemas y las sociedades humanas. Mientras Estados Unidos continúa alejándose declaradamente de los compromisos internacionales y Alemania incumple sus propios objetivos, China se posiciona como impulsor de la llamada “revolución climática”. La revista mexicana Surplus advierte en su nueva edición que el calentamiento global podría sobrepasar la barrera crítica de los tres grados respecto a los niveles preindustriales hacia el año 2050, con un aumento aún mayor de las temperaturas en Europa Central.
Los últimos modelos climáticos confirman que incluso mantener la meta de un incremento inferior a 2 °C exigiría un esfuerzo coordinado y sin precedentes a nivel mundial. Sin una reducción inmediata y profunda de las emisiones globales, la Tierra podría entrar en una senda de calentamiento que alcanzaría los 5 °C a finales de siglo. Este escenario implicaría consecuencias irreversibles para los sistemas naturales y para la habitabilidad de amplias regiones del planeta. Los expertos subrayan que solo un viraje rápido y decidido en la política energética global podría evitar el colapso climático.
Las señales ya son claras. Las olas de calor extremo, las sequías prolongadas y los incendios forestales masivos se alternan con lluvias torrenciales y devastadoras inundaciones. Fenómenos meteorológicos antes impensables se registran ahora incluso en regiones templadas. La destrucción de bienes materiales se multiplica y el impacto sobre la salud es cada vez más severo: niños, personas mayores y enfermos crónicos están especialmente expuestos al calor extremo. En zonas tropicales, la combinación de humedad y temperatura podría hacer imposible la vida al aire libre antes de mediados de siglo.
El calentamiento de los océanos representa otra amenaza creciente. Las llamadas “olas de calor marinas” provocan un descenso del oxígeno y un aumento de la acidificación, comprometiendo la supervivencia de especies marinas esenciales. A ello se suma la aceleración del deshielo y la subida del nivel del mar, que ponen en peligro a comunidades costeras de todo el planeta. La pérdida de biodiversidad, el colapso agrícola y la crisis del agua ya provocan desplazamientos humanos y aumentan el riesgo de conflictos y hambrunas, especialmente en el llamado "Sur Global".
Autopromesas incumplidas
Ante esta realidad, la comunidad científica alemana y europea exige una respuesta inmediata ya que "frenar, posponer o suavizar las políticas de protección climática ya no es una opción viable". Alemania, pese a sus avances desde 1990, no cumple actualmente con las metas fijadas en su propia Ley de Protección Climática: Las metas fijadas en la ley establecen que para 2030 el país debe reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 65% en comparación con los niveles de 1990. Además, el objetivo es alcanzar la neutralidad climática para 2045. Esto implica que al menos el 80% del consumo eléctrico debe provenir de energías renovables para 2030.
Mientras tanto, los expertos concluyen que el tiempo para actuar se agota rápidamente. El mensaje de las sociedades científica y meteorológica alemanas es claro: sin una acción política inmediata y sostenida, el planeta superará puntos de no retorno que harán imposible garantizar las condiciones mínimas para la vida humana y la convivencia civilizada.