La Coordinadora Juvenil Socialista (CJS) de Zaragoza consiguió llenar la sede de la CGT Aragón durante sus jornadas Ni un respiro al sionismo celebradas el 17 de octubre, después de que el Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular con Natalia Chueca como alcaldesa, vetara el acto previsto en el Centro Cívico Estación del Norte. La jornada, dedicada a la solidaridad con el pueblo palestino, incluyó una mesa redonda con las plataformas Iniciativa por Palestina y Palestinarekin Elkartasuna, un coloquio y un recital de poesía. La alcaldesa justificó la prohibición afirmando que en los centros cívicos “no se fomenta el odio”, aunque la medida fue denunciada como veto político impulsado por presiones externas.

El veto se produjo tras una carta de la asociación Amistad Judeo Aragonesa (AJA), grupo vinculado al lobby sionista World Zionist Organization, que pidió formalmente impedir el evento alegando “alarma social” y calificando las jornadas de “antisemitas”. Vox celebró la decisión y pidió que se denunciara a la CJS ante la Fiscalía por “fomento del odio”. AJA, cuya última actividad pública se remonta a 2020 con una asistencia menor a una decena de personas, ha sido señalada por su historial de campañas contra resoluciones municipales favorables a Palestina, como el reconocimiento de la Casa Palestina de Aragón como Hija Predilecta de Zaragoza.

A pesar de la censura institucional, CJS pudo mantener el encuentro gracias a la solidaridad de CGT Aragón que cedió su sede sindical para que se celebrara el evento. Los organizadores denunciaron el “uso del reglamento cívico como excusa política” para vetar la libertad de expresión y remarcaron que “la solidaridad con Palestina no puede silenciarse al servicio del sionismo”. En redes sociales, la imagen de la convocatoria fue acompañada con el mensaje: “La imagen que duele al lobby sionista: la clase obrera aragonesa está con el pueblo palestino”.

CJS denuncia que la decisión del Ayuntamiento demuestra una “censura sistemática” contra las acciones pro-palestinas y una complicidad con el régimen genocida de Israel. La organización pudo así celebrar sus jornadas por Palestina al igual que en Madrid y Sevilla, donde se desarrollaron con normalidad y una amplia asistencia.