La UE acuerda la desconexión del gas y petróleo ruso en 2028
Hungría y Eslovaquia votan en contra, mientras el Parlamento Europeo presiona para adelantar la ruptura a 2027.

Los países de la Unión Europea dieron este lunes un paso decisivo hacia la ruptura total con la energía rusa. Los ministros de Energía de los Veintisiete aprobaron, con el voto en contra de Hungría y Eslovaquia, el plan de la Comisión Europea para prohibir las importaciones de gas y petróleo ruso a partir del 1 de enero de 2028. La medida aún debe negociarse con el Parlamento Europeo, que defiende adelantar la desconexión un año, hasta 2027.
“Es un día muy importante para la soberanía energética europea”, celebró el comisario de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen, al anunciar el acuerdo alcanzado en Luxemburgo. Bruselas asegura que "apoyará la transición de todos los Estados miembros", incluidos los que se oponen a la medida, para "reducir el impacto económico y técnico de la desconexión".
El texto prevé una fase transitoria: los contratos de suministro a corto plazo firmados antes del 17 de junio de 2025 podrán mantenerse hasta junio de 2026, y los acuerdos a largo plazo hasta enero de 2028. También se permitirá modificar contratos existentes por "razones operativas" —pero sin aumentar los volúmenes— y se contemplan "excepciones aduaneras" para países sin salida al mar, como Hungría o Eslovaquia.
Desde la guerra a gran escala en Ucrania en 2022, la UE ha vetado el carbón y la mayor parte del petróleo ruso, pero no el gas, que antes de 2022 representaba el 45 % del consumo europeo. Hoy esa cifra ronda el 13 %, debido a la diversificación de proveedores y al impulso de las energías de nueva generación. Con la nueva norma, Bruselas busca cerrar definitivamente la dependencia energética de Moscú, una de las prioridades estratégicas de Bruselas en la guerra.
Sin embargo, la decisión no fue unánime. Budapest y Bratislava votaron en contra, alegando riesgos para su suministro energético: "Se va a matar el suministro energético de Hungría. Esto no es política ni ideología: son matemáticas", protestó el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, quien advirtió que su país depende casi por completo del petróleo que llega desde Rusia a través de Ucrania.
Otros socios comunitarios señalaron duramente su postura. Croacia respondió que "puede abastecer a Hungría mediante su red de oleoductos", y Polonia y Letonia apelaron al plano "moral". "No se trata solo de números, sino de valores", dijo el representante polaco. "¿Hace falta otra tragedia para comprender que seguir dependiendo de Moscú no es buena idea?", añadió la delegación letona.
El Consejo de la UE y el Parlamento deberán ahora renegociar los detalles finales del texto, con el objetivo de cerrarlo antes de final de año. Si se aprueba, sería la primera vez que Europa Occidental imponga una prohibición total y calendarizada a los hidrocarburos rusos, marcando el fin de una relación energética que durante décadas ha definido la política exterior y económica del continente.