La Unión Europea estudia un mecanismo por cual los futuros miembros podrían incorporarse sin ejercer derechos plenos, como el derecho a veto. Se trata de una medida destinada a facilitar la entrada de países como Ucrania, Moldavia o Montenegro, según tres diplomáticos europeos y un funcionario de la UE citados por Politico. La propuesta anticipa que estos Estados obtengan derechos plenos solo tras reformas institucionales que limiten el poder de bloqueo individual de las decisiones comunitarias.

La iniciativa surge ante la paralización de la ampliación por la oposición de Hungría y algunos otros países, preocupados por la competencia en mercados locales y sus "intereses nacionales", mientras la Comisión Europea, los Estados nórdicos y los países del centro de Europa se muestran favorables. Anton Hofreiter, presidente del Comité de Asuntos Europeos del Bundestag alemán, señaló que los futuros miembros deberían “renunciar a su derecho de veto hasta que se implementen reformas clave como la introducción de votación por mayoría cualificada en la mayoría de áreas políticas”, lo que impediría que una minoría vete proposiciones.

El retraso en la ampliación genera frustración en los países candidatos, que aseguran haber emprendido "reformas internas significativas" sin avanzar en su integración. El presidente montenegrino Jakov Milatović recordó que las negociaciones de su país comenzaron en 2012 y subrayó que “ahora es el momento de reavivar el proceso, para también revitalizar la idea de la UE como un club con gravedad”. Taras Kachka, viceprimer ministro ucraniano, declaró que se necesitan “soluciones creativas y urgentes” para desbloquear la candidatura de Ucrania frente al veto húngaro.

La ampliación es considerada estratégica para mantener la competencia geopolítica con Rusia, aunque los Estados miembros muestran reticencia a avanzar en el proceso. Ursula Von der Leyen ha situado la ampliación en el centro de la agenda europea, con miras a la posible adhesión de Ucrania y Moldavia para 2030. Sin embargo, según Politico, líderes como el propio canciller alemán Friedrich Merz anticipan que la adhesión de Ucrania probablemente no se concrete en el marco del presupuesto europeo hasta 2034, lo que pone de manifiesto las divisiones internas y el peso de la política interior de cada país en la toma de decisiones sobre la ampliación.