El Movimiento de Resistencia Islámica Hamas ha anunciado que se prepara para desplegar una nueva y amplia operación de seguridad contra las milicias y clanes armados que, según fuentes del Ministerio del Interior en Gaza, operan bajo financiación y suministro del ejército israelí. Un alto responsable de seguridad palestino declaró a Mondoweiss que será “la mayor campaña hasta ahora”, con el objetivo es erradicar a los grupos que continúan colaborando con las fuerzas de ocupación sionistas.

Desde la entrada en vigor del alto el fuego en Gaza el pasado 10 de octubre, las fuerzas de Hamas han llevado a cabo varias operaciones para desarmar a estas formaciones, incluyendo el reciente desmantelamiento del clan Doghmush en la ciudad de Gaza. Sin embargo, aún permanecen activas varias milicias en zonas bajo control israelí, entre ellas las encabezadas por Yasser Abu Shabab en el este de Rafah y Ashraf al-Mansi en el norte de la Franja.

Las autoridades gazatíes estiman que los miembros de estos grupos, que han realizado varias apariciones públicas, suman varios centenares, aunque solo unos 80 habrían estado directamente implicados en asesinatos, secuestros y saqueos contra la población de Gaza. El oficial de seguridad entrevistado aseguró que los interrogatorios de miembros capturados confirman la cooperación directa de las milicias con el ejército israelí, que les habría entregado armas, vehículos y dinero, además de encomendarles operaciones de “barrido” en zonas donde actúan las fuerzas ocupantes.

Armamento ligero proporcionado por Israel

“Las investigaciones revelan que el ejército de ocupación sigue suministrándoles armamento y apoyo logístico, aunque sin permitirles acceder a equipo avanzado, porque no confían en ellos”, explicaba la fuente de Mondoweiss. Los grupos dispondrían de fusiles Kalashnikov, pistolas y todoterrenos, pero carecen de armamento pesado.

De acuerdo con los datos manejados por el Ministerio del Interior gazatí, la milicia más peligrosa es la dirigida por Abu Shabab, con unos 2.000 miembros concentrados en la zona oriental de Rafah. Según el informe, su grupo opera “bajo la protección directa del ejército israelí” y ha recibido la mayor parte de la financiación y recursos. Hamas afirma disponer de grabaciones que documentan la conexión directa entre sus líderes y oficiales israelíes.

Bandidaje y secuestro al servicio de Israel

En los últimos meses se han atribuido a estas milicias varios secuestros, entre ellos el del doctor Marwan al-Hums, responsable de los hospitales del Ministerio de Salud de Gaza, y el de su hija, enfermera, en Khan Younis. Ambos casos se relacionan con el grupo de Abu Shabab.

El ejército israelí no ha comentado oficialmente las acusaciones de la resistencia. Sin embargo, medios israelíes como Haaretz han reconocido que Hamas ha restaurado el control territorial sobre las zonas de Gaza de las que Israel se ha retirado, y que la mayoría de las milicias locales han sido desarticuladas.

Amnistía para las bandas sin delitos de sangre que se desmovilicen

Hamas anunció anteriormente una amnistía para los miembros de estas bandas que se entregaran voluntariamente, si no habían participado en asesinatos. El ultimátum de la Checa palestina expiró el pasado domingo. Ahora, las autoridades de la resistencia anuncian que proceden con los arrestos y que los próximos días marcarán una nueva fase en la ofensiva interna, que promete ser implacable:

“Estamos preparando una operación simultánea en varios frentes para erradicar definitivamente a los grupos colaboradores. Quien deponga las armas tendrá clemencia, pero los responsables de sangre y torturas serán juzgados.”

En palabras de los oficiales de Hamas, la inteligencia palestina ha obtenido pruebas concluyentes del apoyo de potencias regionales y de estructuras interiores de la colaboracionista Autoridad Palestina en la financiación de estas milicias, “bajo supervisión del ejército israelí”. Mientras tanto, líderes tribales de Gaza han expresado respaldo a la campaña.