El Centro Social Autogestionado La Siembra ha recibido un segundo ataque fascista en menos de un año de existencia. Otra vez más, fascistas han pintado su fachada con mensajes amenazantes y proclamas "Viva Vito Quiles", acompañado de una esvástica, y "Rojos maricones". Miembros del local explican que últimamente también han recibido un asalto por parte de varias patrullas de policía local y miles de euros en multas por la Ley Mordaza, "ninguna por ruidos".

El Centro Social La Siembra y la Asociación del Pueblo Manchego que lo gestiona denuncian que están siendo "diana de la reacción" en Ciudad Real (Castilla La-Mancha). "Los últimos ataques de los escuadrones nazi-fascistas han ido a parar sobre nuestro espacio y sus integrantes, ya sea por ataques directos a las instalaciones o físicos a sus miembros". Esta vez, explican que el ataque no se ha limitado unas pintadas: "Aparte de vandalizar los cristales del Centro Social, han destrozado los faroles, arrancándolos del luminoso y robando las cámaras de vigilancia que portavan los mismos".

En el comunicado difundido en redes sociales, La Siembra explica que el "nazi-fascismo y el Ayuntamiento de Ciudad Real reprime, persigue y ataca" el espacio y la asociación que lo respalda, "en un claro intento de acabar con la organización popular y los colectivos sociales más activos y reivindicativos de la ciudad y la provincia que allí se reúnen". Destacan que no permitirán que ni el Ayuntamiento ni los fascistas, "a su servicio", cesen su actividad.

Denuncian que "sus asociaciones afines, cofradías o medios de comunicación, como es el caso del ultra de extrema derecha Vito Quiles, reciben cientos de miles de euros en subvenciones de la Diputación de Ciudad Real y el Ayuntamiento", mientras que la Asociación del Pueblo Manchego se mantiene con las aportaciones económicas de sus socios, el trabajo voluntario y la autogestión.

Han mostrado su agradecimiento al vecindario, organizaciones políticas, sindicales y sociales su apoyo y su solidaridad, al tiempo que hacen un llamamiento a la autoorganización de la clase obrera y el pueblo manchego para combatir la reacción en las calles, las instituciones, los centros de trabajo y de estudio. "¡Ni un respiro al fascismo, no pasarán!", concluyen.