Institución pública española colabora con grupo señalado como "secta neofascista" por el Parlamento Europeo
'Casa Mediterráneo', consorcio del Ministerio de Exteriores, participó en actividades de 'Nueva Acrópolis', organización definida como "secta esotérica, neopagana y paramilitar/neonazi".
Casa Mediterráneo, consorcio público dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno español, participó el pasado 8 de noviembre en actividades vinculadas a la organización Nueva Acrópolis, un grupo calificado como "movimiento neofascista" por un informe del Parlamento Europeo y definido en el Diccionario enciclopédico de las sectas como "secta esotérica, neopagana y paramilitar/neonazi".
El especialista Luis Santamaría ha advertido a El Cierre Digital sobre "el peligro que supone que una institución pública establezca vínculos con una organización de este tipo". Santamaría señala que "denunciar este tipo de 'coaliciones' es muy complicado" dado el volumen de casos como este, donde "una administración pública o un organismo colabora con una presunta secta".
Nueva Acrópolis, fundada en 1957 por el argentino Jorge Ángel Livraga Rizzi, mantiene prácticas internas documentadas que incluyen lo que la organización denomina "saludo oficial acropolitano". Según los reglamentos internos consultados por el mismo medio, este saludo es idéntico al saludo nazi.
Daniella Scadronni, una exmiembro, describió los métodos de esta organización: "Utilizan cursos y conferencias para atraer a jóvenes interesados en el pensamiento y el conocimiento, personas que a menudo se sienten solas o incomprendidas". Scadronni relata que sufrió un "control total" sobre su forma de pensar y vestir, y afirmó que "en el tiempo que estuve allí hicieron mucho daño a personas por su sexualidad". Ella no es la única: existe incluso un blog de exmiembros de esta organización que recoge abundante documentación y testimonios de personas afectadas.
Casa Mediterráneo, con sede en Alacant, forma parte de la Red de Casas del Ministerio de Asuntos Exteriores y cuenta con el apoyo de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Alacant. Según declaran en su página web oficial, su misión es "fortalecer los vínculos culturales, sociales y económicos entre los países bañados por el mar Mediterráneo".