Superviviente de Zarréu: "Todos sabían del carbón ilegal que provocó las cinco muertes"
Un trabajador que perdió una pierna en 2022 en la mina asturiana denuncia que las autoridades permitieron continuar la minería ilegal tras su siniestro laboral.
Enrique Ramón Martínez, de 55 años, sobrevivió a un trágico siniestro laboral en la mina de Zarréu (Asturies) el 25 de agosto de 2022, cuando el camión que conducía quedó sin frenos mientras transportaba carbón extraído ilegalmente del sexto piso. Su compañero Richard Daniel Sander falleció en el incidente, y él sufrió la amputación de una pierna tras seis operaciones. "Si hace tres años todos hubiesen dicho la verdad sobre la mina de Zarréu, quizás no habrían muerto cinco paisanos en marzo", declaraba Ramón al diario LNE, rompiendo tres años de silencio.
Según su testimonio, la empresa Combayl, propiedad de Jesús Rodríguez Morán, extraía antracita sin permiso desde mayo de 2022. "Todo el mundo sabía que allí se sacaba carbón", insiste Ramón, quien describe cómo se mezclaba el mineral con grafito para reducir cenizas antes de venderlo a empresas como García-Munté en Avilés. La administración del Principado, tras "investigar" el accidente de 2022, permitió al mismo empresario reiniciar operaciones mediante un traspaso a Blue Solving, sociedad administrada por su hijo.
Ramón detalló cómo la empresa eludía inspecciones: "Nos decían: 'Vienen los inspectores, esconderos por ahí'". Relató que los inspectores de Minas visitaron la explotación al menos tres veces, incluso subiendo al sexto piso donde se extraía carbón ilegalmente. Pese a que en abril de 2022 un agente de Medio Natural, José Manuel Carral, alertó sobre actividad irregular con maquinaria, no se tomaron medidas. El trabajador afirmó que tras su accidente en 2022, declaró "con pelos y señales" a la Guardia Civil y a la dirección de Minas la actividad ilegal, incluyendo nombres de trabajadores.
"Arreglarlo por detrás"
El minero denuncia un patrón de encubrimiento continuó tras su accidente. Ramón denunció que la empresa intentó culparle mediante "un parte manipulado" y que un sindicalista del SOMA sugirió "arreglarlo por detrás". Mientras lidiaba con su recuperación, la mina reinició la extracción ilegal que culminó en la conocida explosión de grisú del 31 de marzo de 2025, donde fallecieron cinco trabajadores, tres de los cuales ya extraían carbón ilegal cuando Ramón sufrió su accidente. "Se mataron cinco paisanos que no tenían que haberse matado porque no tenían que estar ahí", concluyó.