El juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente ha decretado este miércoles la libertad provisional de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE y mano derecha de Pedro Sánchez, a pesar de reconocer que las pruebas sobre su presunta corrupción se han "reforzado" durante su estancia en prisión. Según el auto judicial, el magistrado considera "seriamente mitigado" el riesgo de destrucción de pruebas que justificó el ingreso en prisión de Cerdán hace casi cinco meses.

El auto detalla que la investigación no solo no ha descartado los "consistentes" indicios, sino que "los ha reforzado en buena medida y abierto nuevas líneas de investigación". Ayer mismo, se daba a conocer que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil situaba a Cerdán en reuniones con Acciona "como enlace de Transportes" para el presunto amaño de obras, localizando además nuevas prebendas para él y su familia.

Cerdán, investigado por delitos de organización criminal, cohecho y tráfico de influencias, tendrá que comparecer cada 15 días ante el juzgado y tiene prohibido salir del Estado español. El juez argumenta que "ya hay suficientes fuentes de prueba" que han permitido avanzar en la investigación, aunque reconoce que los indicios se han "robustecido" durante estos meses.

La decisión ha levantado indignación en la oposición parlamentaria y en sectores sociales más amplios. Algunos observadores recuerdan que la inmensa mayoría de presos que se encuentran en prisión preventiva, encarcelados principalmente por presuntos delitos de robos y tráfico de drogas, simplemente esperan en prisión de forma protocolaria a que llegue su juicio, mientras la alta política se libra de la pena preventiva según avanzan las investigaciones.

Una vez más, la decisión evidencia el doble rasero del sistema judicial ante casos de corrupción política de alto nivel, donde la prisión provisional se levanta pese al fortalecimiento de las pruebas "porque no hay riesgo de fuga", mientras se imponen largos y masivos encarcelamientos preventivos contra la población obrera sospechosa de haber cometido algún delito.

Mientras tanto, las pruebas de la corrupción endémica en el aparato del PSOE siguen apilándose sobre la mesa de los jueces, con Cerdán como presunta piedra angular de la trama, en la que habría actuado como enlace entre el Ministerio de Transportes y las grandes constructoras para el amaño de contratos públicos, donde se quedaría con un porcentaje del botín.