El jefe del Estado Mayor francés llama a "aceptar la muerte de nuestros hijos" para "disuadir a Rusia"
El general Mandon sugiere "sacrificios humanos y económicos"; movimientos sociales y cargos políticos denuncian la militarización de la vida civil y el riesgo de normalizar la guerra.
El general Fabien Mandon, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas francesas, provocó indignación al pedir públicamente que la población francesa se prepare para "aceptar la muerte de sus hijos" como parte de la "estrategia de disuasión frente a Rusia". Las declaraciones, recogidas por numerosos medios franceses y agencias internacionales, se produjeron en el congreso de la Asociación de Alcaldes de Francia (AMF) y han sido calificadas como inaceptables por organizaciones políticas y numerosos movimientos sociales, que denuncian la deriva militarista de las élites francesas y subrayan que ningún militar tiene legitimidad para imponer sacrificios humanos ni orientar prioridades económicas de la población civil.
Mandon vinculó la llamada "defensa nacional" a la "voluntad social para sostener pérdidas y privaciones", y señaló que el Estado francés debe aceptar "sufrimiento económico" para priorizar la producción militar. Propuso reforzar las cadenas de suministro y duplicar la reserva militar hasta 80.000 integrantes, sumados a los 200.000 soldados en activo, como parte de un plan de preparación en tres o cuatro años.
Reacciones políticas
La crítica política fue inmediata. Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, denunció que el general se ha extralimitado en sus funciones y está trasladando la responsabilidad de una eventual guerra total con Rusia a la población civil. Incluso la extrema derecha, Agrupación Nacional, cuestionó que Mandon no tiene autoridad sobre la población civil, y recuerda que sus declaraciones insinúan la subordinación a lo militar.
Aunque el mensaje se dirigía de forma directa a la población francesa, ha resonado a nivel europeo, donde la OTAN, los gobiernos de cada país y la Comisión Europea llevan años pidiendo "rearme", "preparación" y "sacrificios" al unísono, con gastos bélicos disparados, multiplicando maniobras militares y una escalada en el tono de las declaraciones.
"Guía de supervivencia"
Coincidiendo con las declaraciones, el Gobierno francés ha comenzado a difundir una “guía de supervivencia”, que instruye a los hogares sobre "cómo afrontar catástrofes naturales, crisis sanitarias, ataques tecnológicos y la eventualidad de conflictos armados". La guía recomienda "mantener un kit de 72 horas con alimentos, agua, medicamentos, ropa de abrigo, mantas, linterna, radio y efectivo", siguiendo los pasos de Bruselas.
Analistas y movimientos sociales denuncian que estas medidas y mensajes, calificados como "propaganda de guerra", externalizan a la población los costes de la guerra para proteger los intereses estratégicos del Estado, la jerarquía militar y las élites económicas. Advierten que estas "señales" buscan preparar a la clase obrera para la pobreza generalizada y la guerra.