Un formador de la Escuela de Policía de Nîmes (Gard) fue detenido el miércoles 19 de noviembre y permanece en arresto preventivo por presunta agresión sexual agravada contra una alumna de la institución, de unos veinte años, según informó el medio ICI Gard Lozère. La escuela, la más grande del Estado francés en capacidad de acogida, forma a futuros agentes de policía en procedimientos administrativos y en el "código deontológico" que deberán aplicar durante su carrera. Paradójicamente, ha sido en este lugar donde ha saltado la alarma sobre abusos sexuales dentro del cuerpo.

Hasta el momento, las autoridades no han detallado la naturaleza exacta de los hechos ni en qué contexto se produjeron, incluyendo si ocurrieron dentro del centro de formación. La investigación se desarrolla en secreto mientras la víctima y testigos potenciales colaboran con la propia policía para "esclarecer responsabilidades".

El 42% de los casos ocurren al acudir en busca de ayuda

Este caso coincide con un informe de la organización NousToutes, elaborado en colaboración con Disclose, que reveló, entre otras cosas, que el 42 % de los casos de violencia sexista y sexual cometidos por policías o gendarmes ocurren cuando las víctimas buscan ayuda en las propias instituciones encargadas de protegerlas.

En total, se estiman al menos 429 víctimas de violencias sexuales cometidas por 215 policías y gendarmes en el Estado francés entre 2012 y 2025. En el Estado español ni siquiera hay un solo estudio cuantitativo independiente sobre este fenómeno, ni mucho menos un registro oficial de cuántos policías han cometido agresiones sexuales, porque el Ministerio del Interior de Fernando Grande Marlaska prefiere ocultarlo.

El último hallazgo corrobora un patrón estructural de impunidad y abuso dentro de los cuerpos policiales desde la mismísima academia del cuerpo, donde los agentes interiorizan cuáles son las normas escritas y no escritas de la Policía.