Contactos de la oposición venezolana con fondos estadounidenses
Reuniones entre María Corina Machado e inversores para "explorar negocios" en Venezuela, mientras altos mandos de EE. UU. calculan un 70 % de posibilidades de ataques militares.
Durante las reuniones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial del mes pasado, el banco Barclays organizó un encuentro entre la dirigente opositora venezolana María Corina Machado —que ya reclamó abiertamente la privatización de los pozos petrolíferos del país latinoamericano—, y varios fondos de inversión estadounidenses, según reveló Semafor y recoge The Latin Times. Rafael de la Cruz, responsable de la oficina estadounidense de Machado y Edmundo González Urrutia afirmó que mantienen contacto con empresas “interesadas en abrir Venezuela a los negocios”.
El objetivo declarado por los organizadores fue "evaluar oportunidades de inversión" en un país devastado por años de bloqueo, sanciones, contracción económica y, finalmente, amenazas de invasión militar. El medio Semafor añadió que el banco UBS distribuyó un memorando interno en el que invitaba a “visualizar el día después de mañana” en Venezuela, afirmando que una transición “lejos del chavismo” podría abrir “grandes oportunidades” debido al tamaño de sus reservas petroleras y a su “economía severamente infrautilizada”.
Todos estos documentos muestran el interés de fondos y bancos internacionales por acceder a materias primas estratégicas bajo un eventual golpe, algo que históricamente ha implicado procesos de privatización y entrada masiva de capital extranjero en países con economías ahogadas por el dominio estadounidense.
En paralelo a estas reuniones con inversores, altos mandos militares estadounidenses discuten abiertamente la posibilidad de acciones armadas sobre el país Caribeño. Esta misma semana, Washington ha clasificado al presidente Nicolás Maduro como "terrorista", acusándole de ser el líder del llamado "Cartel de los Soles". Esta medida permite acciones militares y de inteligencia encubiertas al más alto nivel.
"Todas las piezas están en su sitio"
Anteriormente, el excomandante aliado de la OTAN James Stavridis declaró ante la cadena CNN que existe “un 70 % de posibilidades” de que EE. UU. realice ataques sobre territorio venezolano, condicionados únicamente a la llegada del portaaviones USS Ford al Caribe. Según sus palabras, una vez desplegado el buque “todas las piezas están en su sitio” y la administración Trump “deberá tomar una gran decisión”. Stavridis añadió que los primeros objetivos no serían “de liderazgo”, sino "zonas asociadas al tráfico de drogas", para después presionar directamente al Gobierno de Nicolás Maduro. Reportes de la ONU han evidenciado que Venezuela no es una ruta significativa para el tráfico internacional de drogas hacia EE.UU.
Mientras tanto, el Pentágono continúa amagando con intervenir, aunque aún no está claro cómo podría hacerlo. The Latin Times, citando comunicaciones del Comando Sur de EE.UU., informó sobre maniobras de desembarco de Marines en Puerto Rico y del reacondicionamiento de una antigua base naval estadounidense para apoyar “operaciones contra el régimen”.
Estas acciones militares, combinadas con encuentros entre dirigentes opositores y fondos de inversión, dejan entrever un escenario donde actores empresariales y estratégicos de la oligarquía estadounidense preparan simultáneamente vías económicas y militares para controlar el futuro de Venezuela, a costa de operaciones que podrían generar un enorme coste humano.