El FBI accedió a un chat privado de activistas migratorios en Signal
Un informe interno del FBI y la policía de Nueva York citó mensajes de un grupo de vigilancia de tribunales y lo clasificó como "actor anarquista extremista violento", según The Guardian.
Documentos obtenidos por la organización Property of the People y publicados por el diario británico The Guardian revelaron la semana pasada que el FBI accedió a un chat privado de la aplicación de mensajería encriptada Signal, donde activistas por los derechos de personas migrantes coordinaban tareas de courtwatch (vigilancia de tribunales) en los juzgados de inmigración de Nueva York.
El informe, fechado el 28 de agosto de 2025 y elaborado conjuntamente por el FBI y el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), incluía citas del chat, describiendo al grupo como “actores anarquistas extremistas violentos”. La noticia ha impactado porque la plataforma Signal utiliza cifrado de extremo a extremo, y el documento no aclara cómo obtuvo el FBI acceso a las conversaciones.
Según The Guardian, el informe mencionaba que la información procedía de una “fuente sensible con excelente acceso”, lo que podría sugerir el uso de un informante o un infiltrado. Las fuentes de inteligencia señalaron que un individuo habría participado en una llamada del grupo a finales de mayo para debatir sobre la organización de observadores en tres tribunales migratorios de Manhattan.
El texto recogió que el grupo consideraba “crítico” recopilar material audiovisual sobre agentes federales e incluso describía conversaciones sobre cómo acceder a las salas, pese a que las audiencias migratorias son públicas y no requieren registro previo. El documento también sostuvo, sin aportar pruebas, que un individuo identificado “instruye a participantes en protestas a usar violencia contra [las fuerzas del orden]”.
"Una investigación de contraterrorismo más amplia"
Ni el FBI ni el Departamento de Seguridad Nacional respondieron a las preguntas enviadas por el diario británico, mientras que el cuerpo de Policía de Nueva York afirmó por correo electrónico que el informe forma parte de “una investigación de contraterrorismo más amplia” sobre “actividades delictivas” que incluiría “formación en armas, violencia contra las fuerzas del orden, daños a la propiedad y fabricación de explosivos”, afirmaciones que no aparecen en ningún momento en el documento citado y sobre las que la policía declinó ampliar información, lo que levanta sospechas sobre espionaje sistemático contra movimientos sociales.
The Guardian contextualiza que las detenciones en tribunales por parte de la policía migratoria ICE han aumentado durante 2025, y que investigaciones previas han documentado algunos casos en los que agentes federales ha empleado "trampas de deportación" como esperar a que se desestimaran expedientes migratorios para arrestar a las personas a la salida de la sala.
"Táctica sacada del manual de J. Edgar Hoover"
Diversas figuras públicas citadas por The Guardian cuestionaron la actuación del FBI. Brad Lander, interventor municipal de Nueva York —quien fue detenido por ICE en junio dentro de un tribunal migratorio—, afirmó que esta “táctica de vigilancia del FBI está sacada directamente del manual de J. Edgar Hoover”, en referencia al histórico programa federal de represión COINTELPRO contra movimientos sociales y organizaciones revolucionarias. Además, recordó que observar audiencias es un acto perfectamente legal en EE.UU. Ryan Shapiro, director de Property of the People, sostuvo que “la participación cívica básica no es una amenaza terrorista”.
Spencer Reynolds, exconsejero de inteligencia del DHS, señaló que el caso encaja en un patrón gubernamental de criminalizar actividades que en teoría están amparadas por la libertad de expresión, alertando del riesgo de que estas operaciones infiltren y erosionen espacios de organización que parecían estar protegidos constitucionalmente.