Cumbre hispano-marroquí para afianzar su alianza estratégica y el giro sobre el Sáhara
Sánchez y Mohamed VI blindarán su relación este miércoles tras la traición española abierta al Sáhara, después del apoyo de Madrid al plan "autonomista" marroquí para el territorio ocupado.
El Gobierno español y la monarquía de Marruecos celebrarán este miércoles y jueves en Madrid su decimotercera Reunión de Alto Nivel, casi tres años después del último encuentro en Rabat, en un contexto de "excelentes relaciones", en palabras del Ministerio de Asuntos Exteriores español José Manuel Albares. Esta cumbre ratifica la alianza estratégica forjada tras el giro del Gobierno de Pedro Sánchez en abril de 2022, cuando respaldó el plan de "autonomía" marroquí sobre el Sáhara Occidental, traicionando la aparente "neutralidad histórica" española sobre su excolonia.
El cambio de posición española, que fue criticado por los socios de gobierno y de investidura de Sánchez, PP y Vox, será el telón de fondo de las conversaciones y el debate político sobre la reunioón. El Frente Polisario, en el 50 aniversario de la salida española del territorio, criticó recientemente al ejecutivo español por ceder "al chantaje y manipulación" de Marruecos. Este respaldo coincide en el tiempo con la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 31 de octubre, que considera que "una autonomía genuina podría representar el resultado más factible" para el Sáhara.
La anterior cumbre en 2023 no contó con la presencia del rey marroquí Mohamed VI, quien no recibió a Sánchez alegando "estar de vacaciones", un gesto interpretado como signo de tensiones residuales. Esta nueva reunión, por lo tanto, tratará de lograr una normalización completa de la relación diplomática tras años de tensiones, incluyendo los episodios de migratorios de Ceuta en 2021 y las disputas sobre la soberanía de Ceuta y Melilla.
La cumbre muestra la subordinación de la política exterior española a los intereses geoestratégicos marroquíes, priorizando lo que denominan como "la estabilidad en las fronteras sur" y los acuerdos energéticos y de "seguridad" con Rabat sobre el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui y las libertades políticas y civiles en Marruecos, que últimamente se han visto seriamente afectados en medio de protestas juveniles. La alianza con la monarquía alauita se consolida como eje fundamental de la exterior española, incluso a costa de contradicciones con sus supuestos "principios históricos" y críticas de aliados y rivales políticos domésticos.