Venezuela denuncia la amenaza militar de EE.UU. para apoderarse de su petróleo ante organismos internacionales
Alerta a la OPEP+ y a aviación civil sobre las amenazas estadounidenses, tras el anuncio de Trump de cerrar el espacio aéreo y los ataques a lanchas con víctimas venezolanas.
El Gobierno de Venezuela ha denunciado formalmente ante la alianza petrolera OPEP+ y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) lo que califica como una campaña de "amedrentamiento" por parte de los Estados Unidos de América para apoderarse de sus reservas petroleras. En una carta publicada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, el presidente Nicolás Maduro alerta sobre el "uso de fuerza militar letal contra el territorio, el pueblo y las instituciones del país", según reproduce la agencia. El texto advierte que esta pretensión "pone en grave peligro la estabilidad de la producción petrolera venezolana y el mercado internacional".
La denuncia llega tras el anuncio del presidente Donald Trump en redes sociales de considerar "cerrado en su totalidad" el espacio aéreo venezolano, un mensaje que la administración de Maduro califica de ilegítima y sin base legal en un comunicado del ministro de Transporte, Ramón Velásquez Araguayán, posteriormente borrado. Mientras varias aerolíneas internacionales mantienen suspendidas sus operaciones, Trump confirmó a periodistas haber mantenido una conversación con Maduro, aunque se negó a dar detalles sobre el contenido del diálogo entre ambos mandatarios.
Paralelamente, el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, denunció en transmisión de Venezolana de Televisión (VTV) que hay venezolanos entre las víctimas de los ataques estadounidenses a lanchas en el Caribe, ejecutados bajo el argumento del "combate al narcotráfico". Rodríguez mostró fotografías de una reunión con familiares de víctimas, a quienes dijo haber recibido amenazas, y anunció una sesión parlamentaria extraordinaria para investigar los asesinatos extrajudiciales en aguas caribeñas.
La escalada diplomática vuelve a mostrar la aplicación de la doctrina de "máxima presión" estadounidense sobre Venezuela, donde las amenazas de intervención militar contra el país se combinan con medidas coercitivas unilaterales que afectan la soberanía aérea y marítima, así como contactos para tanter si el Maduro podría estar dispuesto a ceder el poder. El Gobierno venezolano, lejos de ceder a la presión, opta por internacionalizar el conflicto apelando a organismos multilaterales y a los países vecinos, mientras la tensión en el Caribe provocada por EE.UUU. sigue aumentando la lista de decenas de tripulantes de barcos asesinados, según reportes internacionales.