Agricultores griegos paralizan fronteras y aeropuertos para denunciar el fraude de los subsidios agrícolas
Desde el 30 de noviembre, miles de tractores cortan más de 20 puntos clave contra el fraude de 30 millones de euros en ayudas que Mitsotakis regaló a amigos empresarios y ha dejado 44.000 agricultores en la ruina.
En una escalada que amenaza con aislar regiones enteras de Grecia, miles de agricultores han desplegado más de 5.000 tractores para bloquear al menos 20 puntos clave de carreteras, autopistas y fronteras desde el 30 de noviembre, paralizando el tráfico de mercancías y pasajeros en un pulso contra el gobierno de Kyriakos Mitsotakis y la Unión Europea. El medio local eKathimerini apunta que desde la autopista Atenas-Tesalónica, donde 4.000 vehículos agrícolas formaron cadenas interminables en Nikaia, hasta cruces fronterizos con Bulgaria, Macedonia del Norte y Turquía en Evzoni y Promachonas, donde solo se permite el paso de autos particulares, las protestas han generado colas de camiones kilométricas y desvíos obligatorios por todo el país. En Creta, el clímax llegó ayer, 8 de diciembre, con el corte del aeropuerto de Heraklion y choques en Chania, donde manifestantes volcaron vehículos policiales.
El detonante radica en un escándalo de subsidios que la UE ha congelado; 600 millones de euros en pagos pendientes desde 2016, afectando a unos 44.000 productores, muchos con deudas de hasta 150.000 euros por agricultor, mientras una investigación de la Oficina del Fiscal Público Europeo (EPPO) ha destapado el fraude sistemático de 30 millones de euros, que, destinados al campo pasaron por las manos del primer ministro Mitsotakis a los bolsillos de empresas afines y multinacionales. Revelaciones de solicitudes falsas de tierras y ganado, facilitadas por empleados estatales en la agencia OPEKEPE, ya disuelta y reemplazada por la AADE, han llevado a decenas de arrestos y la renuncia de cinco altos funcionarios en junio, pero los agricultores insisten en que son ellos los perjudicados, ya que las ayudas se encuentran paralizadas hasta que la investigación concluya.
Esta crisis no es aislada, sino el síntoma de la Política Agrícola Común (PAC) de la UE, criticada por su opacidad y sesgo hacia corporaciones multinacionales, que acaparan fondos mediante mecanismos que incentivan la concentración de tierras y el fraude, mientras pequeños explotadores enfrentan alzas del 30% en fertilizantes y energía y precios de mercado por debajo de costos. El gobierno derechista de Mitsotakis responde con promesas de 1.200 millones en ayudas para finales de diciembre y "diálogo", mientras el sector agrario ya pierde 10.000 explotaciones al año.