Coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, la representación legal de los más de 400 residentes del antiguo Instituto B9 en Badalona presentó el pasado miércoles una petición de medidas cautelares urgentes ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), en un intento desesperado por paralizar el desalojo autorizado por la Jueza del Contencioso nº11 de Barcelona. La resolución judicial, emitida el pasado viernes 5 de diciembre, concede al Ayuntamiento un plazo de 15 días para ejecutar la entrada en el edificio y expulsar a quienes viven en él, mayoritariamente migrantes subsaharianos en situación de extrema vulnerabilidad, sin que se haya previsto ninguna alternativa habitacional viable. 

El recurso al TEDH alega graves vulneraciones al Convenio Europeo de Derechos Humanos (CEDH), incluyendo el derecho a la vida (artículo 2.1), la prohibición de tratos inhumanos o degradantes (artículo 3) y el respeto a la vida privada y familiar (artículo 8), especialmente en el contexto de las gélidas temperaturas del invierno. Las abogadas, como Mireia Salazar de Irídia, denuncian un "daño irreparable e inminente" que limitaría cualquier futura demanda contra el Estado español, y extienden las acusaciones a la discriminación (artículo 14) por las declaraciones explícitamente xenófobas del alcalde Xavier García Albiol (PP), quien ha afirmado públicamente "yo no los quiero en mi ciudad" y calificado el B9 como foco de "delincuencia e incivismo".

8.881 pisos vacíos

La crítica se acentúa ante la contradicción flagrante en las políticas habitacionales de Badalona, donde el Sindicat d'Habitatge de Badalona y Sindicat d'Habitatge Socialista de Catalunya destacan la existencia de más de 8.881 pisos vacíos en la ciudad, suficientes para realojar a los desalojados sin necesidad de medidas drásticas. En lugar de movilizar estos recursos, el Ayuntamiento invierte en construcciones público-privadas de lujo en zonas como el Gorg, con alquileres superiores a los 2.000 euros mensuales que expulsan a la clase trabajadora del barrio, mientras el B9 se degrada como símbolo de infravivienda para los más pobres. La portavoz local del sindicato, Gisela Bermúdez, ilustra esta dualidad: "A dos calles de distancia, pisos de lujo coexisten con bloques en ruinas y naves ocupadas por quienes no tienen nada".

Ante la inminencia del desalojo, el Sindicat d'Habitatge Socialista de Catalunya han convocado movilizaciones dobles para el día de la ejecución: una concentración matutina ante el B9 en el Carrer Alfons XII, 691, y otra a las 18:00 horas frente al Ayuntamiento, señalando responsabilidades al PP de Albiol, al PSC y al resto del arco parlamentario por su inacción. 

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Video: @Badalona_SHSC (X)