La sección sindical de la Confederación General del Trabajo (CGT) en Saeta Die Casting, fábrica de fundición de aluminio en Valladolid, denunció en rueda de prensa el despido de diez trabajadores el pasado 4 de diciembre. Según el sindicato, estos ceses constituyen represalias por la participación en la huelga de julio, que exigía mejoras en seguridad, salud laboral y el reconocimiento de la penosidad (un complemento que puede cobrarse en la nómina debido al desarrollo de una actividad en circunstancias que suponen constante un esfuerzo físico y mental de forma habitua). La empresa, filial de Signify, alega "una baja carga de trabajo acumulada" en los últimos cinco años.

CGT destacó que los diez despedidos son afiliados suyos y todos secundaron la huelga, mientras que ningún trabajador de departamentos como oficinas, que no participaron en la protesta, ha sido afectado. Nueve de los ceses corresponden a producción y uno a mantenimiento. El sindicato subrayó que los despidos se ejecutaron sin preaviso ni consulta previa con el Comité de Empresa, a pesar de propuestas alternativas para evitarlos. Varios afectados cuentan con más de 20 años de antigüedad, uno supera los 32.

La huelga de julio, que duró casi dos meses y concluyó el 23 de ese mes con un acuerdo, incluía explícitamente el compromiso empresarial de no tomar represalias contra los huelguistas. CGT considera que la dirección ha incumplido este pacto, con el objetivo de debilitar la acción sindical y disuadir futuras movilizaciones. La empresa describió los ajustes como puntuales, tras agotar otras medidas como la reducción de personal eventual.