El Ministerio del Interior español, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, ha nombrado al comisario Antonio Royo Subías como nuevo jefe de la Policía Nacional en Lleida, a pesar de que pesa sobre él una condena firme por acoso sexual desde hace más de dos décadas. La sentencia de la Audiencia de Gipuzkoa en 2003, confirmada por el Supremo en 2004, lo declaró culpable de acosar a una subordinada, imponiéndole una multa y indemnización.

Los hechos datan de finales de los 90 y principios de los 2000, cuando Royo, entonces inspector jefe, exigió favores sexuales a una agente, ofreciendo ventajas laborales y amenazando con perjuicios de no ser satisfechas sus demandas. Los hechos incluyeron episodios como tocamientos no consentidos. A pesar de la condena, no fue inhabilitado, permitiendo su continuidad y ascensos en el cuerpo, incluyendo destinos internacionales.

Tras conocerse la condena y la polémica generada por su nombramiento, el Ministerio del Interior ha revocado la designación de Antonio Royo Subías y ha ordenado su cese inmediato como comisario provincial de Lleida. Su puesto será ocupado de forma provisional por la comisaria jefa María Jesús Pascual, hasta ahora responsable de la Brigada Provincial de Policía Judicial, mientras se tramita un nuevo nombramiento definitivo. Fuentes del departamento aseguran que la decisión se tomó “para preservar la confianza institucional y la ejemplaridad del mando policial”. El episodio ha provocado críticas desde diferentes sectores políticos y asociaciones, que han exigido responsabilidades al Ministerio por haber promovido a un mando condenado por acoso sexual y reclaman una revisión de los protocolos internos para evitar casos similares en el futuro.