El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció este martes que su país y Estados Unidos han alcanzado un consenso en la mayoría de los puntos de un nuevo borrador de plan de paz de 20 medidas destinado a poner fin a la guerra con Rusia. Sin embargo, las discrepancias persisten en dos cuestiones clave: el futuro del Donbás y la gestión de la central nuclear de Zaporiyia (ZNPP), la mayor de Europa y actualmente bajo control ruso.

El pasado miércoles, durante una rueda de prensa con periodistas ucranianos, Zelenski detalló que el documento marco, elaborado en coordinación con Washington, ha sido compartido con los negociadores rusos. "Hemos acercado significativamente la mayoría de las posiciones. En principio, todos los demás consensos de este acuerdo se han encontrado entre nosotros y ellos", afirmó Zelenski, aunque admitió: "No hemos llegado a un consenso con la parte estadounidense sobre el territorio de la región de Donetsk ni sobre la ZNPP".

El Donbás, que comprende las regiones de Donetsk y Lugansk, representa el principal foco de fricción. Rusia mantiene demandas de control total sobre estas áreas, incluyendo las partes aún bajo soberanía ucraniana, una exigencia que Kiev ha rechazado categóricamente. Como posible compromiso, Estados Unidos ha sugerido transformar partes del Donbás en "zonas económicas libres desmilitarizadas". 

"Los rusos quieren que abandonemos la región de Donetsk, y los estadounidenses intentan encontrar la manera de que 'no sea una salida', porque estamos en contra de irnos. Buscan una zona desmilitarizada o una zona económica libre, es decir, un formato que pueda tener en cuenta los puntos de vista de ambas partes", declaró el presidente ucraniano. 

El segundo escollo es la ZNPP, controlada por fuerzas rusas desde los primeros meses de la guerra. Washington propone un "consorcio tripartito" con participación igual de Ucrania, Rusia y Estados Unidos.  Además, Ucrania sugiere declarar la ciudad de Energodar, adyacente a la central, como "zona económica libre desmilitarizada". El líder ucraniano estimó que reactivar la planta requeriría inversiones de miles de millones de dólares, incluyendo la reconstrucción de la presa cercana.

El borrador contempla otros elementos como la retirada rusa de regiones como Dnipropetrovsk, Mykolaiv, Sumy y Járkov; el despliegue de "fuerzas internacionales" a lo largo de la línea de contacto; y "mecanismos de monitoreo" para prevenir violaciones del acuerdo.