El presidente Donald Trump ha intensificado sus críticas contra los medios de comunicación no alineados con su visión política, proponiendo la cancelación de las licencias de retransmisión para aquellas cadenas de televisión que, según él, mantienen una cobertura "casi 100% negativa" hacia su gestión, el movimiento MAGA (Make America Great Again) y el Partido Republicano. Esta declaración, realizada a través de su plataforma Truth Social, ha generado un amplio debate sobre los límites de la libertad de expresión y el rol del gobierno en la regulación de los medios.

En su mensaje, Trump cuestionó directamente la validez de las concesiones federales otorgadas por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) a estas emisoras. "Si los telediarios de las cadenas y sus programas nocturnos son casi 100% negativos con el presidente Trump, MAGA y el Partido Republicano, ¿no deberían cancelarse sus valiosas licencias de retransmisión? ¡Yo digo que sí!", escribió el mandatario. Esta no es la primera vez que Trump plantea medidas drásticas contra la prensa; durante su primer mandato y en campañas posteriores, ha acusado repetidamente a cadenas como NBC, ABC, CBS y CNN de ser "enemigos del pueblo" y de difundir "fake news".

El presidente centró parte de sus críticas en los programas de entretenimiento nocturno, conocidos como 'late night shows', que han sido plataformas habituales para sátiras y comentarios políticos contra su administración. En particular, Trump arremetió contra Stephen Colbert, anfitrión de "The Late Show" en CBS, al que describió como un "desastre patético, sin talento ni nada necesario para triunfar en el mundo del espectáculo". Afirmó que Colbert es un "muerto viviente" con "inexistentes índices de audiencia" y sugirió que CBS debería "ponerlo a dormir" para ahorrar recursos. De manera similar, aunque menos detallada en este mensaje, Trump ha mencionado en el pasado a Jimmy Kimmel, de ABC, acusándolo de parcialidad y de usar su programa para atacar al movimiento MAGA.

Estos ataques personales no son aislados. Trump ha criticado anteriormente a otros presentadores como Jimmy Fallon y Seth Meyers, argumentando que sus altos salarios no se corresponden con su "poco talento" y "bajas audiencias". Según datos de Nielsen Ratings citados por el presidente, estos programas han experimentado fluctuaciones en sus índices, aunque analistas independientes señalan que factores como la polarización política y la competencia de plataformas de streaming han influido en estas métricas. La Casa Blanca no ha proporcionado evidencia específica para respaldar estas afirmaciones, pero Trump ha insistido en que los medios tradicionales están en declive debido a su "sesgo liberal".

Antecedentes y Demandas Legales Contra los Medios

Esta propuesta revive una larga historia de confrontaciones entre Trump y los medios de comunicación. Durante su presidencia anterior (2017-2021), Trump amenazó en múltiples ocasiones con revocar licencias de emisoras críticas, aunque expertos legales advirtieron que tales acciones violarían la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege la "libertad de prensa". La FCC, un organismo independiente, "no puede" revocar licencias basadas en contenido editorial, ya que esto "sería considerado censura gubernamental". Sin embargo, Trump ha presionado en el pasado para que la agencia investigue a cadenas por supuestas violaciones técnicas o de imparcialidad.

Además, el presidente ha iniciado demandas millonarias contra varias cadenas. Por ejemplo, en 2022, demandó a CNN por difamación, alegando coberturas sesgadas sobre las elecciones de 2020, aunque el caso fue desestimado. Similarmente, ha acusado a ABC y NBC de "parcialidad" en sus informes sobre políticas migratorias y económicas. Estas acciones legales han costado millones en honorarios, pero han servido para movilizar a su base electoral, que percibe a los medios como opositores ideológicos.

La declaración ha provocado reacciones inmediatas de organizaciones defensoras de la libertad de prensa. La Asociación de Periodistas de Estados Unidos (SPJ) condenó las palabras de Trump como un "ataque directo a los principios democráticos", argumentando que cualquier intento de revocar licencias por razones políticas sería inconstitucional. "Esto no es solo retórica; es una amenaza real que podría intimidar a los medios independientes", declaró un portavoz de la SPJ. Por su parte, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) anunció que monitoreará cualquier movimiento de la FCC y está preparada para litigar si se materializan acciones.