La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha informado que entre 2022 y 2023 se registraron al menos 162 asesinatos de periodistas, lo que representa un aumento del 38% en comparación con los dos años anteriores. Audrey Azoulay, directora general de UNESCO, declaró que “un periodista fue asesinado cada cuatro días simplemente por hacer su trabajo vital para buscar la verdad”. El informe también señala que 14 de los periodistas asesinados eran mujeres y que al menos cinco tenían entre 15 y 24 años. Las muertes se produjeron en gran parte en el contexto de la cobertura de crimen organizado, corrupción y manifestaciones públicas.
El informe revela también “una preocupante tasa de impunidad”, ya que el 85% de los asesinatos de periodistas desde 2006 siguen sin resolverse. Además, cabe esperar que los casos sean muchos más en realidad, ya que de los 75 países contactados por la UNESCO para obtener actualizaciones sobre casos abiertos, 17 no respondieron y otros nueve solo confirmaron la recepción de la solicitud. Además, el tiempo medio para resolver los casos ha sido de cuatro años, lo que lleva a los autores del informe a afirmar que “la justicia demorada es justicia denegada”.
Ante esta situación, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha instado a los gobiernos a “tomar medidas urgentes” para proteger a los periodistas y asegurar la investigación y el enjuiciamiento de los crímenes contra los trabajadores de los medios de comunicación. “La impunidad alimenta más violencia”, advirtió Guterres, enfatizando la necesidad de acciones efectivas para “garantizar un entorno más seguro” para el ejercicio del periodismo.
Periodistas palestinos y libaneses
Entre el 7 de octubre de 2023 y esta semana, Al Jazeera calcula que tan solo el Estado de Israel ha asesinado alrededor de 130 periodistas, la mayoría palestinos y otros cinco libaneses. Esto supone nada más y nada menos que el Estado de Israel ha asesinado al cabo de un año casi a la misma cantidad de periodistas que se han podido registrar en todo el mundo en el año anterior.