El diario israelí Haaretz ha acusado al ejército israelí de “llevar a cabo una “operación de limpieza étnica” en el norte de Gaza, bajo las órdenes del primer ministro Benjamin Netanyahu. Según el editorial, que se difundió el pasado domingo, “esta operación tiene como objetivo expulsar a la población palestina y preparar el terreno para una ocupación y asentamiento judío a largo plazo”. Un periodista del diario visitó el área, describiendo con detalles una extensa destrucción en lugares como Beit Lahia y Al Attara, donde ya no queda ninguna vivienda habitable.
Estas declaraciones oficiales del diario Haaretz representan una de las críticas más duras provenientes del sionismo liberal hacia el gobierno israelí que se hayan hecho nunca, especialmente en el contexto de la operación militar en Gaza. Haaretz, un periódico de tendencia liberal que ha sido históricamente “crítico” con algunas políticas concretas de los gobiernos más derechistas, hasta ahora nunca había hablado en términos tan directos y categóricos de “limpieza étnica”, ni de que las acciones del ejército israelí en Gaza formen parte de un plan premeditado de expulsión y ocupación prolongada.
Este tipo de lenguaje y acusaciones no son comunes en medios de comunicación israelíes, ni siquiera en los más liberales, que siempre tratan de mantener un equilibrio entre la crítica a las políticas de algún gobierno en particular y su firme apoyo al Estado de Israel en general. El hecho de que un periódico de este tipo se distancie tan abiertamente del gobierno, acusándolo explícitamente de crímenes de guerra, refleja una creciente división dentro de la sociedad israelí en torno a la guerra y la ocupación.