El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump ha anunciado este jueves a Robert F. Kennedy Jr. como Secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS) a través de su plataforma Truth Social. Conocido por sus posturas antivacunas, Kennedy se ha destacado por “criticar a la industria farmacéutica”, lo cual, según Trump, lo convierte en “un aliado ideal para combatir el complejo industrial de alimentos y fármacos” en Estados Unidos. Sin embargo, el nombramiento ha provocado una fuerte reacción debido a las numerosas declaraciones de Kennedy cuestionando la seguridad de las vacunas, incluida la desacreditada tesis que sostiene la relación entre la vacunación infantil y el autismo.
El papel de Kennedy en el HHS, recuerda The Washington Post, le otorgará el control sobre importantes agencias de salud como la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH). A lo largo de su carrera, Kennedy ha criticado a estas instituciones por la subordinación a los intereses corporativos, y ahora planea, según él, “reformarlas profundamente”, tal y como adelantó en declaraciones previas al canal de noticias Fox. Además, en una entrevista reciente en el programa Joe Polish, Kennedy mencionó su preocupación por la dieta del propio Trump, calificando como “prácticamente veneno” algunos de los alimentos a bordo del avión de campaña.
Kennedy proviene de una dinastía política de gran peso en Estados Unidos, siendo hijo del ex fiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy. Sin embargo, su propio linaje ha expresado reservas sobre sus controvertidas posiciones: algunos de sus familiares emitieron una declaración pública en la plataforma X criticando sus posturas como “perjudiciales para el país.” Aun así, Trump ha defendido su elección y declaró que el liderazgo de Kennedy en el HHS “hará a América grande y saludable nuevamente.”