Los países nórdicos intensifican sus preparativos ante un hipotético escenario de guerra, en medio de crecientes tensiones internacionales. Suecia ya ha comenzado a distribuir folletos a más de cinco millones de hogares, mientras Finlandia lanzó una web con “recomendaciones detalladas para casos de crisis o conflicto”. Noruega y Dinamarca han emitido guías similares, marcando la primera vez en décadas que estas naciones refuerzan públicamente su estrategia de movilización civil. Estas guías incluyen “consejos” sobre almacenamiento de alimentos, agua, velas, y equipos de emergencia, además de medidas para manejar evacuaciones, bombardeos o cortes prolongados de electricidad.
Aunque los documentos no mencionan explícitamente a Rusia, el contexto de su publicación coincide con la escalada de tensiones en la región tras la invasión de Ucrania y las recientes revisiones de la doctrina nuclear rusa. Autoridades en Suecia y Noruega han advertido que “la guerra en Ucrania podría extenderse”, mientras altos mandos militares destacan “la necesidad de que los ciudadanos estén listos para enfrentar escenarios críticos”. En Finlandia, ahora miembro de la OTAN, el enfoque es más discreto, con información difundida digitalmente, mientras que Dinamarca busca concienciar sobre “interrupciones de servicios básicos”.
Las guías han generado críticas por el posible impacto psicológico en la población, aunque las fuentes oficiales aseguran que” preparar a la ciudadanía es una responsabilidad estatal en tiempos de incertidumbre”. Sin embargo, la coincidencia temporal de estas medidas ha alimentado el debate sobre evitar el alarmismo en una Europa cada vez más polarizada por las tensiones geopolíticas.
