Los trabajadores de la Volkswagen en Alemania se preparan para iniciar huelgas a partir de diciembre tras el rechazo de la dirección de la empresa a su propuesta de mantener abiertas las fábricas en el país. El sindicato IG Metall propuso a la automotriz una negociación a la baja, con recortes y congelaciones salariales pero la empresa no ha aceptado y anticipa un desmantelamiento sin precedentes.
Concretamente, el sindicato y el consejo de trabajadores, liderado por Daniela Cavallo, ofrecía una concesión que incluye renunciar a futuros aumentos salariales valorados en 1.500 millones de euros. A cambio, exigían que Volkswagen recortara los bonos de sus ejecutivos, limitara los dividendos y abandonara los cierres de plantas. También propusieron que los ahorros generados se destinen a un fondo solidario para sostener los salarios en períodos de menor actividad productiva. Aunque VW ha señalado que esta propuesta es un “señal positiva”, todavía no ha tomado una decisión y continúa evaluando su viabilidad financiera a largo plazo.
En consecuencia, IG Metall ha anunciado movilizaciones en las plantas de Wolfsburg, Salzgitter, Kassel, Emden, Hannover y Brunswick, como protesta contra los planes de la patronal, que incluyen el cierre de tres plantas, la eliminación de decenas de miles de empleos y una reducción salarial del 10%. De concretarse estos cierres, sería la primera vez en los 87 años de historia de Volkswagen, II Guerra Mundial incluida, que la empresa clausura instalaciones en territorio alemán, lo que ha generado gran preocupación en el sector industrial del país.
Además de la tensión entre la patronal y los trabajadores, muestra también el impacto de los desafíos estructurales que enfrenta Volkswagen, como la caída de ventas en Europa y la pérdida de mercado en China. Cavallo ha instado a la compañía a “adoptar una estrategia de producto más competitiva en lugar de centrarse únicamente en recortes laborales”. Las negociaciones seguirán el 9 de diciembre, mientras los trabajadores se preparan para realizar las primeras huelgas de advertencia el 1 de diciembre, con la expectativa de alcanzar un acuerdo antes de navidad.