La OTAN ratifica su estrategia tras la cumbre de Washington: “apoyo a Ucrania hasta la victoria”

La Asamblea Parlamentaria de la OTAN reafirma sus compromisos de “defensa colectiva”, “adaptación tecnológica” e “integración de Ucrania en la Alianza”, mientras señala a Rusia y China como “amenazas”.

Reuinión del consejo OTAN-Ucrania.
Foto: @NATO (X)

La Asamblea Parlamentaria de la OTAN ha aprobado esta semana la Resolución 494, que recoge los acuerdos clave alcanzados en la Cumbre de Washington 2024 y que guiarán a la Alianza en los próximos años. Los objetivos principales que define son “fortalecer la defensa y la disuasión en el contexto de los mayores desafíos de seguridad desde la Guerra Fría”. Entre las medidas adoptadas destacan “la modernización de la infraestructura defensiva en el flanco oriental”, la mejora de los sistemas de mando y control, y un aumento del gasto militar, que ya alcanza el 2% del PIB en 23 países aliados. La resolución subraya “la necesidad de mantener la unidad transatlántica y de establecer un enfoque estratégico común hacia Rusia”, a la que se identifica como “la principal amenaza para la estabilidad euroatlántica”.

El apoyo a Ucrania es uno de los pilares de esta estrategia. La resolución condena la Operación Militar Especial de Rusia y destaca la creación de la Asistencia y Entrenamiento de Seguridad de la OTAN para Ucrania (NSATU) y el Centro Conjunto de Análisis, Entrenamiento y Educación (JATEC). Además, los aliados se comprometen a proporcionar un mínimo de 40.000 millones de euros en asistencia a Ucrania durante el próximo año y “a respaldar su ingreso en la OTAN a largo plazo”. La resolución también insta a proporcionar a Ucrania armamento avanzado, incluyendo sistemas de defensa aérea y aviones de combate, “para garantizar su capacidad de defensa y preservar su integridad territorial”.

Finalmente, la Asamblea subraya “la importancia de abordar amenazas emergentes como el terrorismo”, “los ciberataques” y “la militarización del espacio”, así como los riesgos derivados del cambio climático. Asimismo, destaca la creciente preocupación por la colusión entre Rusia y China, con énfasis en la influencia de Pekín en la guerra de Ucrania. La OTAN refuerza así su compromiso con la “seguridad” global mediante asociaciones estratégicas con países del Indo-Pacífico y la Unión Europea, haciendo un llamamiento a intensificar las sanciones contra Rusia y sus aliados, como Corea del Norte, para debilitar su capacidad bélica y “protegerse” en el espacio euroatlántico.