Entre 2020 y 2022, al menos 487 personas fallecieron bajo custodia policial o durante operaciones de las fuerzas policiales en 13 países de la Unión Europea que han accedido a dar datos al respecto, según ha publicado recientemente El Confidencial. El Estado francés encabeza el listado con 107 muertos, seguida de la República de Irlanda (71), el Estado español (66) y Alemania (60). Sin embargo, al ponderar por población, Irlanda registra la tasa más alta, con 1,34 muertos por cada 100.000 habitantes, mientras que el Estado español y Portugal presentan cifras relativamente más bajas, con 0,14 y 0,06, respectivamente.
El acceso a información sobre estas muertes es limitado. Solo cinco países publican datos accesibles al público, y otros lo hacen de forma parcial. El Estado francés, Dinamarca y Portugal han comenzado a compartir estadísticas en años recientes, mientras que Alemania, Suecia y Eslovenia ofrecen información restringida solo a ciertos tipos de incidentes. En el Estado español, la información está fragmentada entre cuerpos estatales, autonómicos y locales.
Según apuntan los reportes que recoge El Confidencial, el uso de armas de fuego es la principal causa de muerte, representando hasta un tercio de los casos. La policía francesa lidera este índice, con 41 “fallecimientos” por disparos en el periodo analizado, seguido por Alemania, con 27. Además, el uso de dispositivos considerados “menos letales”, como las pistolas táser, ha contribuido a la muerte de al menos ocho personas en Alemania, Países Bajos y el Estado francés.
La falta de investigación efectiva sigue siendo un problema persistente. Según el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, desde 2010, varios países de la UE han sido “condenados” en 393 ocasiones por no investigar adecuadamente muertes o malos tratos bajo custodia policial. De los 487 casos reportados, solo 97 han derivado en investigaciones penales o profesionales, con escasas consecuencias para los agentes involucrados y ninguna para la institución policial como tal.