La noche del pasado 15 de noviembre, un joven palestino, que ha hecho público su caso bajo el pseudónimo de Z, sufrió una brutal agresión por parte de un vigilante de seguridad en la sala Upload, una conocida discoteca de Barcelona. La periodista Helena Sardà difundió el testimonio de Z en su cuenta de Instagram, donde el caso ha generado una gran indignación.
Según relata Z, la situación empezó cuando un portero del local, tras descubrir su origen palestino, le hizo preguntas ofensivas, como si estaba vinculado con Hamás, mientras gritaba consignas como “¡Viva Israel!”. Incómodo, Z decidió abandonar el establecimiento, pero el portero lo siguió hasta el exterior, donde continuó increpándolo con frases como “Te guste o no, aquí estamos viviendo y sobreviviendo”, antes de propinarle una paliza.
Z asegura que otros porteros salieron también, pero, en lugar de frenar la agresión, lo inmovilizaron para que continuara. “Uno de ellos me estranguló hasta que no pude respirar ni hablar. Pensé que me moriría. Solo cuando me hice el muerto dejó de estrangularme”, denuncia el joven. Posteriormente, afirma que lo esposaron para expulsarlo del recinto, momento en el que recibió un golpe en la cabeza por parte del primer agresor.
La dirección de la Sala Upload emitió un comunicado afirmando que el vigilante de seguridad implicado “estaba subcontratado por una empresa externa con la que no trabajan habitualmente” y aseguró que están recopilando información para “denunciar el caso y tomar medidas legales”.