Masdar, el conglomerado energético controlado por el gobierno de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), ha acelerado su expansión en el mercado solar del Estado español, adquiriendo importantes activos a Endesa y Genia Solar. Esta última compra, que incluye proyectos fotovoltaicos por valor de unos 700 MW, coloca a Masdar en una posición destacada para disputarle el liderazgo a Iberdrola y Solaria, las principales energéticas españolas en este ámbito. Sin embargo, este movimiento no hace sino poner en evidencia cómo el sector de las energías renovables está siendo copado, cada vez más rápido, por unos pocos gigantes internacionales.
Endesa, controlada por el gigante italiano Enel, es uno de los principales actores del sector eléctrico en el Estado español. Su alianza con Masdar ha facilitado la entrada del conglomerado emiratí en el mercado fotovoltaico ibérico, con una cartera de proyectos de 2.000 MW adquirida en julio. Mientras tanto, Genia Solar, con su planta Valle Solar en Valencia, representa otro eslabón en la cadena de adquisiciones de Masdar, que sigue consolidándose como uno de los tres mayores grupos solares en el país. Con más de 4.000 MW en total, Masdar no solo se acerca a los 4.800 MW de Iberdrola, sino que también se prepara para seguir ampliando su influencia.
Desde su entrada en el Estado español en 2008, Masdar ha ido ganando terreno de forma continua. En los últimos meses, la compañía ha mostrado una especial inclinación por las grandes adquisiciones: en julio, concretó la compra del 49,9% de un extenso portafolio de proyectos fotovoltaicos de Endesa, valorado en 1.700 millones de euros. Este acuerdo supuso un punto de inflexión, consolidando a Masdar como un competidor clave en el sector. Además, con la compra de la plataforma Saeta Yield, adquirida a Brookfield en septiembre, Masdar ha logrado superar los 4.000 MW de capacidad solar, una cifra que, aunque aún inferior a los 4.800 MW de Iberdrola, está posicionando a la empresa como un jugador con ambiciosos planes de expansión, especialmente en el campo fotovoltaico. Con estas adquisiciones, Masdar ha asegurado su presencia no solo en el mercado fotovoltaico, sino también en el ámbito eólico, abriendo la puerta a futuras inversiones y consolidando su papel en el sector energético del Estado español, un sector estratégico tanto para Madrid como para Bruselas.